El camino que recorren los jugadores de fútbol para llegar al profesionalismo suele ser pedregoso. Tienen que luchar contra las lesiones, suerte, intereses, recursos económicos e, incluso, las estafas.
Este último obstáculo lo ha tenido que vivir en carne propia, en varias ocasiones, Jhonatan Rodríguez, un jugador oriundo de Cali, la capital del Valle del Cauca, al que le han hecho malas jugadas que han truncado su sueño.
Este defensa central asegura que las cosas para llegar al profesionalismo no se le han dado y que en el proceso por lograrlo lo han estafado cinco veces.
“Un señor, que es periodista, me dijo que me iba a llevar a jugar al Envigado, aquí en Colombia, entonces confié en él. Me dijo que me cobraba una plata y me ponía a jugar fútbol profesional, y yo se la entregué y me estafó”, dijo a Noticias Caracol.
Ese fue apenas uno de los desengaños que ha padecido. Los otros cuatro los sufrió buscando oportunidades afuera del país. Hasta Ecuador, Perú, México y Bolivia llegó Rodríguez con la promesa de jugar fútbol profesional, pero en todas las ocasiones se tuvo que devolver sin dinero y con las ilusiones por el suelo.
“En Bolivia nos dejaron tirados en la frontera, las personas que nos recibieron nos trataron con humillaciones”, dice. Asegura que hasta tuvo que vender un reloj para poder regresar a Colombia.
Todas estas estafas lo han dejado muy mal parado económicamente, pues ha hecho préstamos confiando en que uno de los ofrecimientos que le han hecho se hará realidad y podrá ir al profesionalismo.
A pesar de las estafas, no renuncia a su meta y dice que seguirá intentándolo. “Mi objetivo es cumplir la meta de jugar fútbol profesional y darla toda”, puntualiza.
Las deudas lo ahogan. Los préstamos de dinero que ha hecho suman unos 10 millones de pesos. Esto no lo deja dedicarse de lleno a sus entrenos y ha tenido que alternarlos con trabajos duros en el sector de la construcción para poder pagar sus obligaciones.
“Hay días en los que me toca hacer columnas y en otros, amarrar hierro. También hago flejes, estribos, organizo la arena y la grava para fundir”, explica.
Rodríguez entrena fútbol y trabaja en las obras de construcción pensando en cumplir la meta que le ha sido esquiva tantas veces, en parte, por los estafadores. Los fines de semana asiste a torneos organizados por equipos aficionados con el anhelo de que descubran su talento y lo lleven a probarse en el profesionalismo.