Ya son 354 homicidios los que se han perpetrado este año en Cali, la capital del Valle del Cauca, de acuerdo con el Observatorio de Seguridad. Lo anterior representa un incremento en la criminalidad, pues hasta esta misma fecha, pero en 2022, se habían registrado seis homicidios menos.
El más reciente de estos crímenes tuvo lugar en la noche de este miércoles, 3 de mayo, en el barrio Ciudad Córdoba, donde un ciudadano fue ultimado en un restaurante por un sicario.
El presunto homicida, un hombre de nacionalidad venezolana, le disparó al hombre sin mediar palabra, y aunque quiso huir, no lo logró. Uniformados de la Policía lo detuvieron cuando pretendía escapar.
La víctima, descrita por la Policía como “un hombre afrodescendiente y de contextura delgada que vestía camiseta amarilla y short de jean azul”, alcanzó a ser trasladada al hospital Carlos Holmes Trujillo, donde los médicos declararon su muerte debido a la gravedad de las heridas.
El coronel William Quintero Salazar, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, se refirió al homicidio del hombre y la captura del supuesto asesino.
“Hubo una reacción oportuna y se captura a un sujeto extranjero que portaba un arma de fuego, la cual, al parecer, había sido hurtada a la Policía Nacional en otro lugar del país. Estamos estableciendo por qué tenía esta arma”, señaló el oficial.
El presunto homicida fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Las motivaciones del crimen son materia de investigación.
Sin embargo, hay que mencionar que el principal detonante de los homicidios en Cali son los ajustes de cuentas y el narcotráfico, según un análisis del Observatorio de Seguridad.
“La dinámica de los homicidios tiene dos variables importantes. Una, que tiene que ver con quienes están involucrados en dinámicas de delito como narcotráfico y ajustes de cuentas, y otra, que corresponde a un porcentaje bajo, que tiene que ver con personas que llevan una vida normal y resultan asesinadas en un hecho delictivo”, explicó Pablo Alvarado, director del Observatorio de Seguridad de Cali.
Alvarado asegura que la responsabilidad sobre tal cifra de homicidios no solo recae en las acciones preventivas de las autoridades a nivel criminal, sino también en los valores que se están inculcando a nivel social.
“La descomposición social, sobre todo en zonas vulnerables, ha sido el caldo de cultivo que permite que haya bandas delincuenciales, prostitución, narcotráfico y un alto consumo de drogas, lo cual hace que se generen altos índices de inseguridad”, expuso.