Un juez de control de garantías determinó enviar a un centro carcelario a los tres hombres que fueron detenidos como presuntos responsables del crimen del líder social del Chocó Fredy Mena Obregón.
Los hechos se registraron el 8 de octubre del año 2022, en el corregimiento La Playita del municipio de Lloró, Chocó, cuando hombres encapuchados llegaron a un lugar donde la comunidad estaba realizando un bingo y se llevaron a la víctima en contra de su voluntad.
Mena Obregón, quien era líder social en la región y se desempeñaba como fiscal suplente de la Organización Popular Campesina del Alto Atreato, Cocomopoca, fue buscado por sus vecinos, quienes encontraron al día siguiente su cuerpo sin vida en inmediaciones del corregimiento, con impactos de armas de fuego.
Los tres hombres que están siendo judicializados fueron enviados a la cárcel por solicitud de un fiscal de la Unidad Especial de Investigación (UEI). Su captura se efectuó en una acción conjunta adelantada por el Cuerpo Élite de la Policía, la Armada Nacional y el Gaula Militar, en la vereda Ladrilleros del corregimiento de Juanchaco, en la ciudad de Buenaventura,Valle del Cauca, a donde habrían huido para evitar la acción de las autoridades.
“Los afectados con la medida son alias Nacho, alias Cheito y alias H, a quienes les imputaron los delitos de homicidio agravado, secuestro simple y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones”, indicó Hernando Toro Parra, director de la Unidad Especial de Investigación.
Adicionalmente, la Fiscalía confirmó que al hombre conocido como alias H también le fue imputado el delito de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos, en situación de flagrancia.
Fue secuestrado, asesinado en Lloró y su crimen desató el desplazamiento masivo
La Policía Nacional confirmó el asesinato de Fredy Mena Obregón tras encontrar su cadáver abandonado en la zona rural de Lloró y con impactos de bala, luego de haber sido secuestrado horas antes en su residencia.
La Defensoría del Pueblo emitió un mensaje de urgencia para proteger a las comunidades de la región.
Una llamada advirtió sobre el crimen: en el caudal del río Atrato estaba corriendo el cuerpo de una persona. La comunidad del corregimiento de La Playita se lanzó sobre el agua para recuperarlo. Más tarde, los vecinos del sector tomaron la decisión de llevarlo por sus propios medios a la cabecera municipal donde las autoridades lo recibieron.
En medio de los procedimientos judiciales, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación confirmó la identidad de la víctima. Se trataba del representante legal de la comunidad de La Playa de 34 años. El viernes 7 de octubre había sido raptado por delincuentes y se presumía que 24 horas después fue asesinado.
La denuncia que presentaron sus familiares da cuenta de que hombres con armas cortas y pasamontañas llegaron hasta su vivienda. En un principio, se sospechó que la escena se trataría de un hurto porque los ilegales tomaron el dinero en efectivo que Mena Obregón tenía guardado, también bienes comunitarios. Pero se lo llevaron con rumbo desconocido.
Desde que se alertó sobre el homicidio del líder social, la comunidad ha estado sometida a fuertes intimidaciones por parte de los ilegales, así lo ha documentado la Defensoría del Pueblo. Se accionaron armas de fuego contra las embarcaciones que estaba bajando por el río Atrato con las personas que iban hacia Lloró.
Más de 225 ciudadanos se vieron en la obligación de abandonar sus parcelas por la presión de los delincuentes. Se estima que 66 núcleos familiares llegaron a la cabecera urbana de esta localidad de Chocó con motivo de un proceso de desplazamiento para no caer en las confrontaciones.
El asesinato de Fredy Mena Obregón habría desencadenado otra ola de intimidaciones contra las comunidades que han denunciado la vulneración de los derechos humanos en esta parte de Chocó, un escenario parecido al que tuvo lugar en septiembre de 2021 cuando cientos de personas de la ruralidad se refugiaron en los barrios de Lloró.