Luego del intento de motín que terminó en un incendio en la cárcel de Tuluá, Valle del Cauca, que ya deja 51 muertos y al menos 30 heridos, diferentes personalidades han lamentado la tragedia.
Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, se sumó a las voces del presidente Iván Duque y el mandatario electo Gustavo Petro.
En su cuenta de Twitter no solo lamentó lo ocurrido, sino que además señaló que sucesos de este tipo hacen que una reforma del sistema carcelario sea inminente.
“Lo que ha ocurrido en Tuluá es dantesco, mi solidaridad y condolencias para las familias, un asunto en donde ninguna de nuestras ciudades es inmune, el tema carcelario es insostenible”, dijo Ospina.
Y es que el hacinamiento dentro del penal es del 17 %, con aproximadamente 200 personas más de las permitidas en las instalaciones de la cárcel. Al momento de la tragedia había 1.267 reclusos en este centro.
A pesar del hacinamiento dentro del penal, las autoridades han asegurado que no había alertas sobre posibles motines.
El presidente electo Gustavo Petro se refirió en Twitter a la muerte de más de medio centenar de reclusos. Allí reflexionó que “el estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación”.
Para el líder del Pacto Histórico también se hace necesaria una reforma al sistema penitenciario: “Lo acontecido en Tuluá, como la masacre en La Modelo, obliga a un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a la humanización de la cárcel y la dignificación del preso”.
Por su parte, el presidente Iván Duque pidió a las autoridades adelantar las investigaciones que permitan el esclarecimiento de los hechos. “Estoy en contacto con el @DInpec, Gral. Tito Castellanos y he dado instrucciones para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación. Mi solidaridad con las familias de las víctima”, dijo.
La Procuraduría General de la Nación se unió a las voces de solidaridad con las víctimas y resaltó las labores de los Bomberos del municipio para controlar el incendio. Así mismo, solicitó a las autoridades garantizar los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.
“El Ministerio Público solicita a los servicios de salud del municipio garantizar la oportuna atención a los heridos en el incendio”, añadió. Una comisión especial de este organismo se desplazará a Tuluá para atender la situación.
Lo que han dicho las autoridades es que hacia las 2:00 a. m. en el pabellón ocho de la cárcel los reclusos habrían prendido fuego a las colchonetas en las que duermen, dando lugar al incendio, y luego iniciaron una riña, al parecer, por disputas internas. José Martín Hincapié, personero delegado de derechos humanos de Tuluá, dijo que la tragedia ocurrió en medio de un “intento de fuga y posteriormente se dio el incendio cuando tratan de controlar el intento de fuga, eso es lo que habría causado los fallecimientos”.
Hasta las afueras de la cárcel de Tuluá han llegado familiares de los reclusos en un intento por saber qué pasó con sus allegados en medio del intento de motín y el incendio que se desató.