Las denuncias de presuntas irregularidades en Emcali durante la administración de Jorge Iván Ospina son más graves con cada nueva auditoria que se le realiza a las Empresas Públicas de los caleños.
Este jueves, el nuevo gerente Roger Mina denunció una serie de irregularidades que habrían ocurrido en los últimos cuatro años. En uno de los hallazgos, se manifiesta que Emcali ha incrementado gastos de manera desmedida. La tasa de crecimiento de los gastos ha superado la de los ingresos en un 40%.
Además, el costo de los contratos de prestación de servicios estuvo cerca de triplicarse en los últimos cuatro años. Pasó de 32 mil millones de pesos en 2019 a 86 mil millones de pesos en 2023, según la denuncia del funcionario.
Por otra parte, Emcali deberá pagar más de 30 mil millones de pesos por fallos en contra en procesos arbitrales, pero quizá lo más grave de la denuncia corre por cuenta de que se trasladaron de manera anticipada posibles “excedentes financieros” al distrito por más de 110 mil millones de pesos sin la pertinente consolidación de los estados financieros. Es decir, hicieron un cálculo de cuánto ganaría la compañía y lo giraron antes de que se cumpliera esa proyección.
La empresa no cuenta con estados financieros auditados ni revisoría fiscal. Al respecto, Mina explicó que su principal objetivo en la entidad es trabajar para robustecer la empresa y solventar la difícil situación financiera. Con esta decisión, anuncia las siguientes medidas: se contratará una auditoría externa de los estados financieros y revisará el costo de los contratos por prestación de servicio.
“Todos debemos trabajar de manera incansable para sacar a Emcali de la crisis y situarla como una empresa líder en la prestación de servicios públicos. Emcali debe ser gerenciada de acuerdo con los más altos estándares internacionales”, puntualizó el funcionario.
En diálogo con SEMANA, el gerente Roger Mina explicó a profundidad las denuncias realizadas.
Semana: ¿Qué figura utilizaron para realizar el giro de los supuesto excedentes?
Roger Mina: La transacción sí se hizo y la figura que usaron fue utilizar unas proyecciones contables para estimar prioridades y enviárselas al Distrito con base en unos estimados contables, cuando uno debe enviar es dividendos con base en utilidades que se calculen después de consolidar los estados financieros.
Semana: O sea que hicieron una proyección y lo giraron antes...
R.M: Tal cual.
Semana: ¿A dónde fue a parar ese dinero?
R.M: Sabemos que el dinero se le giró al Distrito, pero no sabemos en qué fue utilizado.
Semana: ¿Qué tanto se hubiera podido hacer si ese dinero hubiera sido reinvertido en la empresa?
R.M: Se hubieran podido hacer proyectos de modernización de la red de acueducto y alcantarillado; proyectos de fortalecimiento del sistema de distribución de energía eléctrica; básicamente reinvertirlos en las necesidades de la empresa. No está mal dar dividendos, pero sí está mal girar recursos al accionista sin asegurar primero los recursos necesarios para el funcionamiento de la compañía y para que se llevan a cabo las inversiones fundamentales para poder prestar un buen servicio.
Semana: ¿Hoy tienen dinero para el funcionamiento de Emcali?
R.M: Sí, aunque estamos aún a la espera de la consolidación de los estados financieros del año 2023, de la consolidación y la auditoría externa, pero, de acuerdo a la información que nos han suministrado, sí hay recursos suficientes para el funcionamiento de la compañía.
Semana: ¿En qué tipo de gastos hubo un incremento desmedido?
R.M: Lo que se evidencia es una tendencia en el crecimiento de los gastos que supera la tendencia de crecimiento de los ingresos; en otras palabras: los gastos están creciendo al 25 por ciento, mientras los ingresos crecen al 15 por ciento, si esa tendencia se mantiene, las utilidades de la empresa van a ser cada vez más pequeñas. Evidenciamos un crecimiento en el costo de los contratos de prestación, que pasaron de 32 mil millones de pesos en 2019 a cerca de 90 mil millones en el año 2023.
Semana: Sobre el tema de la triplicación de contratos por prestación de servicio, ¿era necesario aumentar de esa manera la planta externa?
R.M: Es prematuro saber si era necesario, pero lo que sí sabemos es que ese crecimiento en personal no se vio reflejado en aumento de utilidades, porque se puede crecer en gastos de nómina y personal, pero eso tiene que tener una relación con el aumento de utilidades.
Semana: ¿Es cierto que la pasada administración dejó a personas atornilladas en puestos claves de Emcali?
R.M: Sí se dieron unos nombramientos directos de algunas personas en el pasado mes de diciembre, y por otro lado, también se autorizó el cambio de los jefes de unidad de empleados públicos a empleados oficiales. Eso deja menos margen a las nuevas administraciones para realizar cambios en el equipo gerencial y eso, sin duda, hace más difícil hacer cambios en la empresa a nivel de implementación de estrategias y demás.
Semana: ¿Por cuánto tiempo están atornilladas estas personas?
R.M: No tiene un tiempo, esos cargos al pasar a la oficialidad permanecen así hasta que las personas estén en la compañía.
Semana: ¿Qué va a pasar con ellos?
R.M: Por lo pronto nos regiremos por lo que establezca la ley, no entramos a hacer nada contrario a lo establecido en las normas laborales, y maniobraremos con el margen que nos queda.
Semana: ¿También dejaron amarrados contratos grandes, como por ejemplo el alumbrado público que está tercerizado?
R.M: No, finalmente algunos contratos no se suscribieron, como un contrato de energía por tres vigencias superior a los 100 mil millones de pesos, nosotros entraremos a revisar el proceso que se realizó y tomaremos decisiones en ese sentido. El otro contrato que se habló mucho fue el de la actualización del software Sac, que era un contrato por más de 50 mil millones de pesos y tampoco se adjudicó. Ahí también haremos lo mismo: revisaremos y determinaremos la conveniencia para la empresa.
Semana: ¿Hoy qué es lo que más le preocupa?
R.M: Me preocupa que no cambiemos el curso, hay que tomar medidas. Por lo pronto, contrataremos una auditoría externa con una compañía de orden mundial; contratar una revisoría fiscal y revisar el monto de los contratos de prestación de servicio.