Preocupadas se encuentran las autoridades, como alcaldes y gobernadores, por las afectaciones que puede generar en la economía y la movilidad el desplome del puente El Alambrado, que une a los departamentos de Quindío y Valle del Cauca.
La estructura ubicada sobre el río La Vieja, según las primeras hipótesis, presentó una fatiga y dejó como balance dos integrantes de la Policía Nacional muertos, cinco vehículos comprometidos y 15 personas lesionadas.
La emergencia del puente es atendida por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el Instituto Nacional de Vías (Invias), la Concesión ‘Armenia-Pereira-Manizales’, la Interventoría, la Sociedad Colombiana de Ingenieros, la Dirección de Tránsito y Transporte (Ditra), el Ejército Nacional, la Policía, la Gobernación de Quindío y la Secretaría de Movilidad de Pereira, con la coordinación del Ministerio de Transporte.
Mientras avanzan las investigaciones, se plantean alternativas de movilidad en la zona, lo que genera un incremento en cerca de dos horas en los recorridos y en el costo de ese desplazamiento.
Las vías alternas ante esta emergencia del puente, que fue construido en el año 1968 por el Gobierno nacional y reestructurado en 1984, son las siguientes:
- Vehículos pesados procedentes de Bogotá: Cajamarca–La Línea-Pereira–Cartago–Valle del Cauca.
- Vehículos livianos: Montenegro–Quimbaya-Alcalá.
En diálogo con SEMANA, el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo, dijo que lo que más les preocupa es el tiempo que se necesita para recuperar la estructura. “Este es un puente de más de 70 metros. No se sabe cuánto puede demorarse construirlo de nuevo”.
Teniendo en cuenta esta situación, la primera alternativa que surge es la construcción de puentes militares. “Voy a pedirle al Gobierno nacional hacer unos puentes temporales militares. Ese río es muy grande y sobre él se hace balsaje”, dijo el gobernador Jaramillo.
De acuerdo con el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, “una vez las personas heridas recibieron atención de primeros auxilios, fueron trasladados a centros hospitalarios, y se recuperaron los cuerpos de las dos víctimas mortales, las entidades procedieron a establecer el cronograma para la reposición de la infraestructura”.
El puente fue entregado a la concesión Autopistas del Café en el año 2005 y desde esta indicaron “actualmente la concesión enfoca sus esfuerzos de manera prioritaria en la atención a las personas y movilidad de los usuarios con el acompañamiento de todas las entidades estatales correspondientes e inició las investigaciones pertinentes para determinar las causas de la situación de la mano de sus técnicos y expertos”.
William Camargo, director de la ANI, aseguró que las autoridades “llevan a cabo las investigaciones para establecer las causas del siniestro, así como las responsabilidades civiles y contractuales”.
Destacan que la estructura estaba recibiendo el mantenimiento necesario de manera recurrente y que incluso hace tres meses fue objeto de revisión y no reportó fallas. “Mantenemos observación sobre la zona, estamos en alerta máxima y hemos hecho todas las recomendaciones a los usuarios de la vía para que tomen vías alternas”, puntualizó Camargo.
“La infraestructura fue diseñada para soportar el peso de varios automotores a la vez y cumplió ese papel hasta el 12 de abril. En el momento en que ocurrió el incidente, sus capacidades no estaban copadas por completo. Es decir, tenía un peso inferior al que estaría acostumbrado a soportar: cargaba con cinco vehículos”, afirmó el gobernador Roberto Jairo Jaramillo.
Indicó además: “Ese puente soporta una carga de tractomulas impresionante y, en ese momento, no estaban pasando tractomulas. Eran camiones, literalmente, de tráfico liviano. Ya la gente experta podrá decir qué pudo haber pasado. Está descartado lo de un acto terrorista. Es que el puente estaba revisado”.