La Policía Nacional descubrió una red criminal que se dedicaba a la comercialización de aletas de tiburón en Colombia. En el expediente, conocido por SEMANA, se indicó que la organización era liderada por el hijo de un famoso exnarcotraficante.
Las especies eran atrapadas en diferentes regiones del Pacífico y tratadas bajo sofisticadas técnicas para enviarlas a otros países, principalmente del continente asiático, donde usan estos elementos en sopas para celebraciones festivas.
En un operativo se les incautó 3.493 aletas en el aeropuerto internacional El Dorado, mientras que en Buenaventura se les arrebató 2.5 toneladas de tiburones. Tras el hallazgo, se emprendió una búsqueda para dar con el paradero de los responsables.
Se emitieron seis órdenes de captura por los presuntos delitos de pesca ilegal, tráfico de fauna y aprovechamiento ilícito de los recursos naturales. Sumando estas conductas, los posibles implicados pasarían hasta 135 meses en prisión.
Cinco de ellos están en libertad, mientras que el supuesto cabecilla de la organización se encuentra con medida de aseguramiento domiciliario. Allí aparece el nombre de un viejo conocido para los habitantes del Valle del Cauca.
El líder sería Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del exnarcotraficante del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela. Él aceptó los cargos ante un juez y, por ahora, se está esperando la sentencia por el tráfico de aletas de tiburones.
La primera pista de la red
Según la Armada de Colombia, la primera pista que tuvieron los investigadores se dio el 25 de noviembre de 2022 en un puesto de control que los oficiales instalaron sobre las aguas del mar en la jurisdicción de Bahía Solano, Chocó.
En ese territorio, las unidades recuperaron más de 904 kilogramos de tiburón, una especia protegida y cuya pesca artesanal o industrial se encuentra prohibida en el país para garantizar su conservación y sostenibilidad.
“Los hechos se registraron cuando inspeccionaron una embarcación pesquera de nombre Los Pescadores de bandera colombiana, tripulada por ocho personas y que habría zarpado desde Buenaventura”, reportó la institución a SEMANA.
Durante la verificación a los cuartos fríos del barco, se encontraron especies similares al tiburón, por lo que se decidió escoltar la motonave pesquera hacia el muelle para realizar una revisión detallada del material.
Fue allí cuando se descubrieron los sacos con 89 aletas y 114 ejemplares de tiburón. La pesca incautada y los tripulantes de la embarcación fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación, donde avanza el proceso de judicialización.
“La Armada de Colombia continuará fortaleciendo las acciones de protección y salvaguarda de los recursos pesqueros, espacios marítimos y fluviales del litoral Pacífico, con el propósito de contrarrestar los delitos en contra del medio ambiente marino y costero”, agregó la Armada.