Los escándalos en las Empresas Municipales de Cali (Emcali) son una constante en los últimos cuatro años. Cada día se conocen nuevos hallazgos preocupantes que podrían, según los denunciantes, generar un descalabro financiero en la principal compañía pública de los caleños.
A los ya conocidos presuntos sobrecostos y señalamientos de supuestas contrataciones amañadas durante la administración del exalcalde Jorge Iván Ospina, se suman las denuncias hechas por el actual mandatario, Alejandro Eder, quien en su momento aseguró que parte de la maquinaria y los vehículos de Emcali estaban obsoletos; además, señaló con pruebas cómo miles de luminarias compradas durante el año pasado estaban archivadas en las bodegas de la empresa.
No obstante, eso no sería lo más grave que se encontró en el empalme. Y aunque el alcalde Eder prometió que en los próximos días presentará un libro blanco con todos los hallazgos de presunta corrupción e irregularidades, poco a poco se han filtrado situaciones alarmantes en sectores clave para la ciudad, uno de ellos, Emcali.
SEMANA conoció un listado de aproximadamente 31 trabajadores, muchos de ellos pertenecientes a diferentes sindicatos de Emcali, que registran elevadas cotizaciones anuales en cesantías. Los rangos van desde 78 millones de pesos hasta 300 millones de pesos. La persona que lidera la lista opera en jefatura de unidad y solo ese cupo laboral factura 300 millones de pesos anuales en cesantías; el siguiente en la lista es alguien del área administrativa, con una facturación de 200 millones de pesos anuales en cesantías.
De acuerdo con la lista, un trabajador de mantenimiento factura 137 millones de pesos anuales por cesantías y un supervisor registra 118 millones de pesos en ese mismo ítem. En el documento conocido por SEMANA hay profesionales operativos, auxiliares de laboratorio, técnicos en sistemas, electricistas, tecnólogos en computación, operadores de sistemas, ingenieros y supersivores, todos ellos con rangos entre 150 y 78 millones de pesos de cotización de cesantías anuales.
“Lo más grave es que muchas de estas personas, por no decir todas, ya están en edad de jubiliación, pero por su condición sindical siguen atornillados a sus cargos, contribuyendo al desangre financiero de la entidad. Mire, Emcali es la joya de la corona que todo el mundo quiere saquear, desde el más alto directivo hasta la señora que sirve los tintos, todos quieren sacar un provecho”, le dijo a SEMANA un empleado de la compañía que pidió, insistentemente, no revelar su identidad. “Aquí operan mafias que no permiten que se les toque el bolsillo, aquí ha habido muertos, y ustedes eso lo saben”, recalcó.
Frente a estos señalamientos, Freddy Salinas Muñoz, secretario de Planeación de Sintraemcali, uno de los sindicatos de Emcali, señaló que la filtración de este tipo de documentos tiene una clara intención de deslegitimar a la “clase trabajadora y crear un manto de dudas sobre los obreros para buscar culpables”.
De igual manera, explicó que no hay nada ilegal en el listado conocido por SEMANA. “Las cifras que aparecen en este cuadro corresponden a promedios de algunos cargos de algunos trabajadores. (...) Emcali tiene dos poblaciones de fuerza laboral: una que tiene el régimen de retroactividad en cesantías y otra que está bajo régimen de ley 100; los primeros, a través de un consorcio, acumulan las cesantías de forma anual y a los otros, como en cualquier empresa, los recursos van a un fondo privado. Estas cesantías retroactivas no son para todos los trabajadores sino para quienes estuvieron antes de la convención del 2010”, dijo.
Sobre las edades, manifestó: “A Emcali se le ha venido desmantelando el recurso humano, son trabajadores que no se puede prescindir de ellos porque las cuadrillas son insuficientes, entonces estos compañeros, no es porque quieran estar allí, sino que las administraciones de turno han desmantelado las áreas operativas”.