Luego del escándalo generado por los comentarios al aire del reconocido locutor de Tropicana Cali, Francisco ‘Paco’ Ramírez, quien interpreta al personaje de la Tía Inés, en redes sociales hay cientos de pronunciamientos, en su mayoría, atacando al comunicador por su supuesta agresión a una compañera de trabajo y las presuntas afirmaciones en contra del presidente Gustavo Petro.
Frente a esto, Caracol Radio decidió dar por finalizado este miércoles el vínculo contractual con el locutor, a quien se aprecia en un video señalando que “Petro es un narcotraficante”, y además llamando “boba” a su compañera Estefanía Lerma, conocida como ‘La Española’.
En diálogo con SEMANA, ‘Paco’ Ramírez señaló que nunca afirmó que el presidente es un narcotraficante, porque el video que circula en redes sociales no contempla la parte de clip anterior, donde alias Popeye en una entrevista manifestaba fuertes calificativos contra el hoy mandatario de los colombianos.
“Estábamos en el noticiero y en uno de esos momentos dije: ‘una vez yo vi una entrevista de Popeye hablando de Petro sobre narcotráfico’ y buscamos la entrevista y la sacamos al aire, donde Popeye decía que Petro era un narcotraficante y una cantidad de otras cosas; de un momento a otro, una compañera de trabajo que se llama Estefanía Lerma, muy buena muchacha, alumna mía y que quiero mucho, da unos comentarios de las cosas buenas de Petro, y cuando estaba dando la información a mí me dio por bostezar al aire, entonces ella lo tomó como que me estoy burlando, y yo le dije que por qué era tan delicada, que siguiera con sus cosas de Petro, y eso fue el punto de referencia para todo, porque este país basta con que veinte hagan incendio para encenderlo todo. Entonces comenzaron a llamarme misógino y otras cosas”, dice Ramírez.
Explica que tiene una muy buena relación con Estefanía Lerma. “Por eso me parece que exageran el tema del supuesto maltrato porque los que me conocen saben que soy muy dado a la gente, además hago un personaje de mujer y amo a las mujeres”, señala.
Sobre su personaje de la ‘Tía Inés’ manifestó que es “muy pasional”. “Es un personaje que durante diez años se convirtió en un símbolo de las ayudas sociales aquí (Cali) y en muchas partes, entonces como tiene ayuda social, también tiene la oportunidad de opinar sobre la condición de vida de las personas, y yo creo que tener opiniones en este país ha cambiado un poco el tema con los nuevos gobiernos”, puntualizó el comunicador.
De igual manera, contó que no es simpatizante del presidente Petro. “Yo no puedo enamorar a quien me odia, simplemente porque me gusta Álvaro Uribe, o me gusta la derecha”.
Y aprovechó para contar su anécdota más cercana con el mandatario. “Yo fui parte del equipo que trabajó en Tropicana para entrevistar al presidente Gustavo Petro; de hecho, hasta se me comió seis cocadas de las que yo llevé porque le encantó. Yo respeto mucho a las personas, pero manejo opiniones puntuales de vida, aquí en Cali”.
“No tengo de qué arrepentirme”
Toda esta situación, asegura Ramírez, viene de un contexto del agite social en que se encuentra el país. “No fue agresión, fue simplemente un comentario de una entrevista de Popeye. Yo no afirmo que el presidente es un narcotraficante, yo mostré lo que Popeye había dicho de él (...) Si miran todo el contexto, se darán cuenta: la parte de Popeye no aparece en el video que circula en redes sociales”.
Por eso, asegura, no se arrepiente de lo ocurrido. “Cuando uno se arrepiente de algo es cuando comete un error puntual, y yo no he cometido un error. Si yo me arrepiento es dar a entender que yo ataqué a una muchacha que he apoyado, que ella sabe cuánto la quiero y cuánto he hecho por ella”.
Y agregó: “Yo no he visto que despidan a un locutor porque le dijo ‘Porky’ a Duque o le dijo asesino en alguna empresa a Uribe. Fue un comentario de grupo y los incendiarios tomaron eso como el boom, y gracias a eso hoy no estoy en Caracol”.
Sobre su despido, manifestó que se enteró pasado el mediodía de este miércoles. “A las 12:00 m. nos reunimos con gerencia y el gerente con todo el pesar del mundo, porque sabe la calidad de trabajador que soy, me informó. Yo le dije que entendía la posición, pero también le dije que mañana los incendiarios van a venir por otra opinión, yo simplemente soy una aguja (en) un pajar, cada vez que vean algo van a pedir la cabeza de alguien”.
Ramírez llevaba vinculado aproximadamente ocho años con Tropicana. “Caracol es una gran empresa, la quiero mucho, pero yo sé la calidad de persona que soy y lo que hecho por la comunidad”. Sobre ese trabajo comunitario, añadió: “Si yo hago una cuenta, son más de 80 mil personas que pueden dar una referencia positiva de la Tía Inés. Acabo de regalar, con la ayuda de Dios, más de seis mil regalos de primer nivel”.
Referente a las causas de su despido, afirmó que en el documento decía “despido sin justa causa”. “No estoy dolido con una empresa como Caracol y menos con un equipo de trabajo como Tropicana, que somos una familia. Lo que me duele es el punto de partida del país, las hienas de las redes sociales, que buscan cualquier escenario para sacar lo incompetente y frustrados que son, porque ninguno de los que me ha criticado ha hecho ni la cuarta parta de lo que he hecho por la ciudad. Me voy tranquilo, aunque tengo que cuidarme porque un bobo toreado mata a la mamá y quema la casa”.
Por último, manifestó que tras el episodio viral no ha hablado con su compañera Estefanía, de quien, contó, se refería a él como “papá”. “Lo único que dije en Caracol fue que la cuidaran, porque como la Tía Inés es un personaje tan querido, quizá van a empezar a insultarla”.