La Policía Nacional frustró la comercialización de 520 kilos de marihuana que eran transportados en un vehículo de alta gama en la vía que conduce de la ciudad de Cali hacia el municipio de Candelaria, en el Valle del Cauca.
Los uniformados acorralaron el automotor y el conductor se sintió intimidado, por lo que abandonó el carro en pleno movimiento y emprendió la huida por una zona boscosa. La camioneta se estrelló y el hombre fue perdido de vista.
Cuando los patrulleros se acercaron al auto a verificar qué contenía, se llevaron una gran sorpresa: “Tenía pacas de marihuana y solo había espacio para el conductor”, dijo el coronel Carlos Oviedo, comandante de la institución en Cali.
El material fue incautado y puesto a disposición de la Fiscalía, que tiene la tarea de dar con el paradero del sujeto que estaba transportando este cargamento y establecer quiénes son los responsables de su producción.
SEMANA conoció que el vehículo protagonista de la escena fue robado previamente y la licencia de conducción que se halló al interior habría sido alterada, por lo que los datos no serían consistentes para ubicar a los implicados.
“En este momento, la seccional de investigación criminal se encuentra adelantando las actividades judiciales para poder identificar al conductor de este vehículo; esta persona huye del lugar”, concluyó el alto mando de la Policía.
En imágenes: hallazgo de marihuana en Cali
Frustran ataque aéreo de la Segunda Marquetalia: así pretendían lanzar 197 explosivos en drones
Las autoridades le pusieron freno a un feroz ataque aéreo que estaban gestionando los integrantes de la Segunda Marquetalia en el sur de Colombia: pretendían lanzar 197 artefactos explosivos desde al aire a través de drones.
El hallazgo fue posible gracias a un trabajo articulado entre el Ejército, la Armada y la Policía en el municipio de Piamonte, ubicado en la frontera que separa a los departamentos de Cauca y Putumayo.
Los uniformados llegaron hasta un sitio montañoso donde los terroristas del ‘Comando de Frontera’ escondían en canecas y bajo tierra poderosos explosivos acondicionados para ser montados en vehículos aéreos no tripulados.
Los artefactos fueron construidos de manera casera con un sistema que, al golpear una superficie, se activan y detonan. Así lo explicaron los técnicos antiexplosivos de las Fuerzas Militares que acudieron al sector para proteger a la población civil:
“Cada aparato cuenta con explosivos de alto poder, un multiplicador, un cordón detonante de diez gramos por metro lineal, un asa de carga para poder sujetar cada artefacto al dron, así como balines y metralla para aumentar su poder destructivo”.
Si bien en el operativo no se realizaron capturas, se ordenó un despliegue en toda la jurisdicción para monitorear el comportamiento de la organización terrorista, frustrar cualquier tipo de amenaza y cuidar a las comunidades que allí viven.