El comando de Policía del Valle del Cauca confirmó el hallazgo de un cuerpo sin vida que apareció en una zona enmontada del barrio La Julia, en el municipio de Buga, centro del departamento.

Las primeras pesquisas revelan que el cadáver corresponde a Camilo Arroyo, un periodista que se encontraba desaparecido desde el pasado miércoles 29 de noviembre.

Camilo Arroyo se desempeñaba como comunicador social. | Foto: A.P.I

Los agentes judiciales competentes llegaron hasta la zona para realizar el respectivo levantamiento del cuerpo y proceder con las investigaciones. SEMANA conoció que las indagaciones intentan esclarecer si se trató de un asesinato o un suicidio.

Lo último que se supo de Camilo Arroyo es que salió de su casa a pagar un dinero en una entidad bancaria. Desde entonces, no respondió llamadas, mensajes de textos ni mensajes vía WhatsApp. El joven se movilizaba en una motocicleta.

Violencia en el Valle del Cauca

De acuerdo con cifras oficiales, Valle del Cauca es uno de los departamentos más violentos del país. Ocupa el primer lugar respecto a la cantidad de masacres que se han cometido durante este año. La más reciente se registró el pasado domingo, 26 de noviembre.

La Policía Nacional confirmó el hallazgo de tres cuerpos sin vida en las inmediaciones del puente El Piñal del municipio de Buenaventura. Las víctimas fueron dos hombres y una mujer, quienes tenían marcas violentas producidas con un arma de fuego. Sin embargo, no se tiene certeza de cómo ocurrió la matanza que estremece al Pacífico.

Hallaron tres cadáveres en Buenaventura. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Tampoco se tiene claridad sobre cuál fue el lugar donde se presentó la emergencia, dado que la escena del crimen habría sido alterada, según los primeros hallazgos de la Fiscalía General de la Nación.

Se sospecha que las personas estaban departiendo en una vivienda de la comuna seis cuando fueron sorprendidos por los sicarios, en medio de la guerra por el control territorial de la mano de Los Shottas y Los Espartanos.

La otra posibilidad es que los cadáveres habrían sido ultimados en el norte del departamento del Cauca y trasladados hasta Buenaventura para complicar el estudio de las autoridades.

El coronel Oleskyenio Flórez, vocero de la Policía Nacional en el Valle del Cauca, anunció que su institución está trabajando de manera coordinada con la Fiscalía para resolver el misterioso caso.

El CTI de la Fiscalía adelanta la recopilación de evidencias para esclarecer el hecho. | Foto: A.P.I.

“Tienen activadas todas las capacidades institucionales, humanas y logísticas para verificar la procedencia de dichos cuerpos, así como los elementos de tiempo, modo y lugar en la cual se presentan los hechos”, afirmó el oficial.

De igual manera, instó a la comunidad de Buenaventura a ofrecer toda la información que tengan de la masacre para avanzar en la judicialización de los posibles responsables que, por ahora, no se descarta que estén enfilados en una organización ilegal.

Sin sumar este triple crimen en Buenaventura, Colombia ya lleva más de 85 masacres en lo que va corrido del año, de acuerdo con las estadísticas del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

En Puerto Berrío, Antioquia, fueron masacradas cuatro personas dentro de un bus de servicio público, en medio de una confrontación de los carteles del Magdalena Medio por las plazas de vicio. Entre las víctimas hay un sujeto que recientemente un juez dejó libre.

La misma hipótesis tiene la Policía para explicar el triple homicidio que ocurrió en un balneario de Villanueva, Casanare, donde les cobraron abandonar las filas de las Autodefensas Gaitanistas Colombia y querer armar un negocio ilegal aparte.

El Tren de Aragua y Los Choneros –una peligrosa organización ecuatoriana– se atribuyeron la matanza de tres ciudadanos en Nariño. Si bien las autoridades judiciales no tienen certeza de los responsables, se asumió preliminarmente como efecto de la guerra entre coyotes.

Un misterio similar se tiene en Huila, donde se denunció el asesinato de cuatro personas en la zona rural de Algeciras. Aunque los cadáveres no aparecen, el Ejército cree que sí ocurrió porque en la escena del crimen vieron sangre, vainillas percutidas y elementos quemados.