La familia de Juan Pablo Montoya Tonuzco, un joven caleño que hace meses salió con rumbo a Estados Unidos, se enteraron el pasado sábado que había muerto persiguiendo el llamado sueño americano.
Montoya, de 19 años de edad, emprendió la travesía en julio del año pasado y tras haber superado el selvático tramo del Tapón del Darién, en la frontera con Panamá, llegó a México, su última parada antes de llegar ilegalmente a su destino.
Sin embargo, la suerte dejó de acompañarlo en los primeros días de diciembre, poco después de llamar a su madre para informarle que estaba a punto de cruzar el río Bravo.
En su intento por atravesar el afluente, ubicado en la frontera entre México y Estados Unidos, Montoya fue arrastrado por las aguas. El joven murió ahogado en la recta final de su travesía.
Aunque murió en diciembre, solo hasta hace pocos días su familia tuvo certeza de su muerte. Desde ese momento, en medio del dolor, han buscado la manera de traer de regreso el cuerpo, el cual yace en una morgue mexicana.
“Desde pequeño tenía esa idea de irse a Estados Unidos en la cabeza. No sé quién le dijo que esa era la forma”, reprochó Johana Andrea Correa, hermana del joven, en conversación con Canal 1.
El alto costo del traslado del cuerpo a Colombia y la ausencia de recursos económicos impiden la repatriación. “El cuerpo lleva dos meses allá, su estado de deterioro es muy alto. No tenemos la capacidad de traerlo”, añadió.
De acuerdo con la familia del joven, les piden más de 20 millones de pesos colombianos para adelantar el traslado del cuerpo, por eso solicitan apoyo económico y de la Cancillería. Quienes deseen contribuir económicamente a esta causa pueden comunicarse al número telefónico 3146828620.
Un drama similar ha vivido otra familia en Cali por cuenta del asesinato de uno de sus miembros en la ciudad de Monterrey, México, y insuficiencia económica para repatriar el cuerpo a Colombia.
Duván Andrés Garzón Cortés, quien al parecer viajó a México para pasar unos días de vacaciones, fue asesinado por hombres armados que irrumpieron en el Hotel La Silla, ubicado en el sector Colonia Sarabia de la ciudad en mención, en la madrugada del 23 de enero.
Los criminales no solo acabaron con la vida del colombiano, de 27 años de edad, sino también con la de un adolescente de nacionalidad cubana, de 17 años y que fue identificado como Jairo Abraham Cruz González.
“Personas que se encontraban en una de las habitaciones explicaron a los oficiales que llegaron dos hombres y con armas de fuego realizaron disparos en la habitación 130 y después se dirigieron al número 226 para sacar a otro hombre y dispararle también”, dijo la Policía de Monterrey sobre los crímenes.
Cuando las autoridades llegaron al Hotel La Silla, los dos hombres ya se encontraba sin signos vitales.
“Le pido al consulado de Colombia que nos ayude a repatriar el cuerpo de mi hijastro Duván Andrés Garzón Cortés, quien fue asesinado en la ciudad de Monterrey, México, por robarle su dinero”, señaló el padrastro del joven, quien ya se habría desplazado a este país junto a la madre de Duván para intentar traer de regreso el cuerpo.
Por los asesinatos de Garzón y el ciudadano cubano hay una persona capturada. El sospechoso fue detenido poco después de que se cometieron los crímenes y a pocas cuadras del Hotel La Silla.