La señora Gloria Marín López vive un terrible drama desde hace seis meses por cuenta del homicidio de su hija Angie Katherine Marín López, de 22 años, quien fue vilmente asesinada, al parecer, en el corregimiento de Mondomo, en el municipio de Santander de Quilichao (Cauca).
La madre relató que su hija dejó tres niñas pequeñas, quienes quedaron a su cargo, sumado a sus dos hijos también menores, con quienes en este momento está pasando una difícil situación, al estar buscando respuestas sobre los homicidas de su hija, quien fue amenazada y desplazada del corregimiento de Tunía, en el municipio de Piendamó (Cauca), donde vivía.
“Desapareció el 3 de julio de 2022. Ese día me dijo que salía por unos pañales; ella estaba amamantando a su bebé más pequeña, pero no regresó; ella sí iba por eso porque donde nosotros vivíamos teníamos que caminar una hora para llegar a una tienda. Entonces empezamos a buscarla por todo el territorio del Cauca; en esa búsqueda, unas personas me dijeron que la habían visto con unos hombres que se la habían llevado del parque de Mondomo”, contó Gloria a SEMANA.
Después, por sus propios medios, Gloria imprimió volantes con una foto de su hija, en la que precisamente tenía puesta la misma blusa con la que desapareció.
“No tomé precauciones y en mi desesperación puse mi número celular. Me empezaron a llamar para amenazarme, me decían que ellos mismos eran la justicia, que no buscara más”, recordó.
Después, pasó lo que ninguna madre desea: Gloria encontró a su hija sin vida. Fue hallada en un caño de Mondomo. “Esa gente desgraciada me la dejó sin ojitos, me la tiraron a un caño, estaba sin huellas. En ese entonces, en julio, cuando fue encontrada, la justicia de Santander de Quilichao me dijo que el cuerpo ya llevaba un mes, lo que para mí es una falsedad”, señaló y manifestó que la reconoció en Medicina Legal gracias a unos tatuajes que tenía Angie Katherine.
Ahora, seis meses después, sigue desplazada con cinco menores de edad a su cargo y sin una respuesta por parte de las autoridades.
“Hasta ahora ni siquiera me han entregado un documento que diga exactamente qué le hicieron a mi hija; no tengo un dictamen. Solo sé que tenía la carita quemada, no sé si del sol o si esa gente me la quemó, también estaba desnuda”, relató Gloria.
Asimismo, la madre adolorida manifestó que el caso de su hija no ha resonado en ninguna parte. Mientras todos hablan del crimen de la DJ Valentina Trespalacios, el cual tiene aterrado al país, ella quisiera que las autoridades actuaran así de rápido para determinar quiénes fueron los asesinos de Angie Katherine.
“Me parece muy injusto que este caso no se viralizó ni nada. El caso de mi hija está bastante abandonado, en redes sociales no aparece, no se nombra nada. La Fiscalía tampoco ha adelantado nada, le escribo al fiscal todos los días, ese señor no me contesta, me deja en visto, no me responde nada. Solo una vez me escribió que le diera el nombre de mis otros hijos. Y ahora no puedo ir a Santander de Quilichao, me llega a pasar algo y quién se hace cargo de los menores que tengo en este momento”, expresó.
Sobre los asesinos de su hija, en el momento no se atreve a dar nombres, pero según lo que ella ha indagado, residen en Mondomo.
Gloria también le contó a SEMANA que su vida era en Cali (Valle del Cauca), justamente tenía casa propia en el sector La Sirena, zona de ladera; pero tuvo que venderla porque su hija Angie Katherine, a sus 22 años, ya completaba tres hijas y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se las iba a quitar.
“Por ese motivo me hice cargo de la bebé más pequeña porque hice un compromiso con Bienestar Familiar, quedamos en que yo iba a estar pendiente de la niña, de sus controles; por eso me fui al Cauca, a Tunía, donde mi hija se pasó a vivir conmigo. Ella no tenía nada, las niñas tampoco porque mi hija se había separado del marido, ese señor ni respondía, por lo que ella le había puesto una demanda. Y yo he sido para mis hijos, mamá y papá a la vez”, dijo.
Gloria contó que no tenía los recursos para poder ayudar a su hija como hubiera querido; incluso, calificó que vivir en el Cauca es “muy duro”.
“La alimentación es difícil, allá un panal de huevos cuesta $20.000; cobran así porque en esa zona trabajan ciertas cosas que casi todo el mundo sabe, pero uno que no hace eso se le hace más duro”, comentó.
Sostuvo que en este momento su seguridad depende de ella. “La Fiscalía no me ha apoyado para nada. Ahora estoy en un sector donde es muy feo para vivir con todos estos menores. Los domingos vendo almuerzos y gracias a Dios aquí la gente me ha colaborado cuando les ofrezco, eso sí, a mí me gusta mucho la cocina, con eso estoy tratando de pararme acá; pero no he podido vender mi finca, allá dejé todo tirado, tengo mis cosas, mis pollos y mis perros, me hacen mucha falta mis animalitos”, expresó.
Gloria comentó que lo material vuelve y se consigue, pero en este momento sí ha sido bastante imposible para ella y sus niños. “No tengo ayuda de ningún familiar, en este momento nos ayudamos con mis hijos aquí en la casa, uno de ellos tiene 16 años, a él le gusta mucho la energía, entonces les ayuda a los vecinos a arreglar los cables y lo que salga, por eso le dan $20.000 o $30.000″, contó.
Aunque tiene la esperanza de volver por sus cosas y recuperar la vida que tenía antes del asesinato de su hija Angie Katherine, Gloria insiste en que es una situación bastante difícil. “Mis nietas tienen 1, 4 y 5 años de edad. Mi hija 8 y mi otro hijo 16 años; pero bendito sea Dios que tenemos salud”, sostuvo.
Sobre el papá de sus nietas, Gloria contó que no quiere saber nada de él. “Ese señor me la lastimó mucho, me la rechazaba, le escribía que él se había conseguido una mujer mucho mejor que ella, pero mi hija le respondía que a ella no le interesaba eso, lo único que le pedía es que respondiera por sus hijas. Ese señor se le reía a mi hija, a veces le mandaba $15.000 o $20.000, por eso ella lo demandó”.
Finalmente, Gloria dijo que todos los días le llegan los crudos recuerdos de lo que le hicieron a su hija; asimismo, le hizo un llamado de atención al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
“Dicen que Bienestar Familia protege mucho la situación de los niños, pero desde que murió mi hija, en ningún momento me han llamado a preguntarme con quién se quedaron las niñas, qué ayuda necesito. Uno se sorprende, dónde está la protección de los niños”, concluyó.