Las más recientes mediciones de los factores de riesgo vial de la Universidad Johns Hopkins, aliado de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS), indicaron que en marzo de 2023 el 48 % de los conductores en Cali no respetaba el límite de velocidad establecido.
Estos resultados fueron presentados en el marco de la ‘Séptima Semana Mundial de la Seguridad Vial de las Naciones Unidas’, que se conmemora cada dos años en mayo.
Desde el inicio de estas mediciones (junio de 2021), los motociclistas han sido los usuarios que con mayor frecuencia exceden la velocidad establecida.
En el último registro se evidenció que el 53 % de los conductores no respetaban el límite de velocidad. Los taxistas fueron los segundos usuarios que más conducían con exceso de velocidad, con una proporción del 46 %. Esto significa un aumento de seis puntos porcentuales en comparación con el estudio de junio de 2021.
“El estudio nos demuestra que sí existe un exceso de velocidad en las calles, que la percepción en las vías es diferente. Las mediciones se realizaron de día y lo más probable es que en la noche ese exceso de velocidad supere el 50 % de los vehículos que transitan”, argumentó William Vallejo, secretario de Movilidad de Cali.
El funcionario añadió que el límite de velocidad en todas las áreas urbanas es de 50 km/h, “entonces todas las vías en Cali que tengan señalización de 60 km/h deben ser reducidas a 50. También deben cambiarse los patrones de modificación, a través de los dispositivos de cámaras, para ajustarse a esos nuevos límites máximos expuestos en la ley, de estricto cumplimiento a nivel nacional”, sostuvo.
Por tipo de vía, las mediciones de la Universidad Johns Hopkins revelaron que los usuarios exceden la velocidad sobre todo en vías de 30 km/h.
De acuerdo con las mediciones de marzo de este año, tres de cada cuatro conductores sobrepasaba este límite. En el caso de las vías de 50 km/h, la proporción de conductores que manejaba con exceso de velocidad fue del 16 %.
“El año pasado en la ciudad murieron 327 personas, 53% motociclistas, 97 % usuarios vulnerables en la vía. Lo que se debe hacer es llevar a cabo acciones como la fiscalización de infraestructura suave y comunicación, para dar más margen de maniobra a los conductores, mejorar los tiempos de reacción, reducir la energía de impacto y las víctimas mortales”, enfatizó Andrés Vecino, investigador de la Universidad Johns Hopkins.
Pese a que casi todos los usuarios de moto observados usaban casco, solo un 84 % lo portaba de manera apropiada y abrochado. El uso correcto de este elemento de protección puede reducir el riesgo de muerte en 42 % y la probabilidad de lesiones graves en la cabeza en un 69%, en caso de un siniestro vial.
“El 99% de los caleños usa el casco y solo el 84 % lo usa abrochado. No tener el casco abrochado es lo mismo que no tenerlo; en el caso de un siniestro la probabilidad de una lesión grave craneal es alta. Una de cada tres personas que mueren en las vías, son muertes que pueden ser prevenidas si usaran el casco de forma correcta”, dijo Vecino.
En cuanto al uso correcto del cinturón de seguridad por parte de usuarios de vehículos de cuatro ruedas se ha mantenido estable en los últimos años. De acuerdo con las últimas mediciones de este factor de riesgo, el 85 % de los conductores usaba el cinturón de manera correcta. Su uso entre los pasajeros de los asientos traseros en general fue bajo, en particular el de los taxis (8%).
María Fernanda Cárdenas, coordinadora de Comunicaciones de Vital Strategies, dice que la comunicación es fundamental para exponer este estudio sobre el impacto que tiene la velocidad, convirtiéndolo en campañas de seguridad vial que salven más vidas.
“Cali está trabajando con la Agencia Nacional de Seguridad Vial y con Bogotá para realizar esa campaña de medios masivos que le hable a los motociclistas. Tenemos que atacar ese problema y desde comunicaciones estamos convirtiendo esos datos en historias”, detalló Cárdenas.
Desde 2021, la Universidad Johns Hopkins, en conjunto con la Universidad de Los Andes, realiza estudios observacionales sobre los principales factores de riesgo en la vía. Estas mediciones forman parte de las actividades que se desarrollan en el marco de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS), un programa de cooperación internacional que apoya a Cali desde 2020 en la adopción de estrategias para salvar vidas en el tránsito.