En aguas del Pacífico colombiano, las autoridades les dieron un nuevo golpe a los grupos ilegales que se dedican al tráfico de estupefacientes, con la incautación de más de una tonelada de cocaína.
Unidades de la Armada entraron en alerta cuando a altas horas de la noche del domingo 23 de octubre detectaron una lanza movilizándose a gran velocidad, a unas 56 millas náuticas de la boya de mar de Buenaventura, en el Valle del Cauca.
Ante la sospecha, una embarcación de la institución fluvial se lanzó en ristre a perseguir a la lancha, con el objetivo de verificar quiénes eran sus tripulantes y qué llevaban a bordo.
La sospechas de que dentro de la lancha llevaban elementos ilegales se confirmaron al acercarse, pues los tripulantes de la lancha arrojaron varios costales al mar para obstruir el avance de la embarcación de la Armada y evitar ser atrapados.
Luego de varios minutos de persecución marítima, las tropas lograron detener el avance de la lancha. Las requisas dejaron como saldo la captación de 1.239 kilos de cocaína, distribuidos en más de 40 costales, algunos de los cuales habían sido lanzados al mar, y la captura de tres hombres. También fueron encontrados cinco kilos de marihuana y 32 canecas de gasolina.
Llamó la atención que los paquetes llenos de cocaína que estaban dentro de los costales estaban marcados con el logo de una reconocida compañía internacional de audio y electrónica.
El capitán de Fragata Wilberth Jair Roa Wilches, comandante de Guardacostas del Pacífico, estimó que con esta incautación se evitó la distribución de tres millones de dosis de cocaína y el ingreso de 41 millones de dólares a las arcas de las organizaciones ilegales dedicadas a la comercialización de drogas.
Tanto los estupefacientes y la gasolina incautada, como los hombres capturados, quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Los detenidos se encuentran en proceso de judicialización y enfrentarán cargos por tráfico y posesión de estupefacientes.
Laboratorios destruidos
Las disidencias de las Farc Iván Ríos y Rafael Aguilera fueron impactadas fuertemente en sus finanzas con la destrucción de diez laboratorios para el procesamiento de cocaína instalados en zonas selváticas del Pacífico colombiano.
La destrucción de estos laboratorios fue posible por medio de varios operativos adelantados por tropas de la Armada en esta zona del país. La institución detalló que adelantó varias operaciones de registro y control en diferentes sectores del municipio de Tumaco, Nariño, donde fueron encontrados y clausurados ocho de estos laboratorios.
En estos laboratorios ubicados en Tumaco encontraron 1.345 galones de base de coca en proceso, 1.020 kilogramos de hoja de coca picada, 151 galones de combustible, 659 galones de insumos líquidos y 219 kilogramos de insumos sólidos.
Los dos laboratorios restantes fueron encontrados en jurisdicción del municipio de El Charco, Nariño, y Guapi, Cauca. En ellos hallaron un total de 915 galones de base de coca en proceso y 625 kilogramos de hoja de coca picada.
“Los diez laboratorios, los insumos y la maquinaria empleada para la producción del narcótico fueron destruidos de forma controlada de acuerdo con los protocolos establecidos en coordinación con la Fiscalía General de la Nación”, precisó la Armada. Los operativos no dejaron capturas.
De acuerdo con la institución naval, las disidencias Iván Ríos y Rafael Aguilera sufrieron pérdidas millonarias con la destrucción de los laboratorios, pues el narcotráfico es una de sus principales fuentes de financiación. Las pérdidas fueron tasadas en más de 857 millones de pesos.