La Policía Nacional acusó a la banda delincuencial de Los Espartanos de obstruir el sistema de acueducto del distrito de Buenaventura donde más de 50.000 habitantes reportaron afectaciones.
El incidente se debió a una piscina artesanal que fue identificada por patrulleros de la institución cuando percibieron que una de las tuberías del barrio Gamboa se encontraba averiada.
Esta infraestructura nutre de agua a las comunas 6, 7, 8, 9 y 10. En ese momento, se identificó que se estaba vertiendo en un pozo que habría sido construido por los actores criminales.
La tesis de las autoridades es que era usada para “esparcimiento y recreación” de los delincuentes, “sin importarles el daño que le causaba a miles y miles de familias por no tener el suministro”.
Al parecer, las afectaciones se estaban reportando desde hace tres años y la empresa de servicio público no tenía argumentos para aclarar la misteriosa situación: “Llegaba con muy poca presión a diferentes barrios”.
Los investigadores aseguraron que este sitio se había convertido en un punto de proliferación de las actividades criminales que, además, entró en disputa con el grupo de los Shotas.
“El lugar que fue necesario intervenirlo para su respectiva destrucción. Así mismo, se realizó mantenimiento, soldadura a la tubería, logrando restablecer el acueducto y el orden público en esa zona”, reportó la Policía Nacional.
En imágenes: centro de recreación de Los Espartanos
Descubren supuesta alianza entre policías y narcos en Buenaventura
La Fiscalía y la Policía identificaron una presunta coalición criminal que se habría dado entre uniformados y narcotraficantes en el Puerto de Buenaventura. De momento, fueron capturados tres de los supuestos articuladores.
La misión del grupo era infiltrar toneladas de clorhidrato de cocaína en contenedores de piña enlatada, abono orgánico y plástico molido que tenían como destino a países de Centroamérica y Europa.
Se sospecha que los líderes contactaban y pagaban a los miembros de la institución para que permitieran el ingreso del estupefaciente a las bodegas de carga y facilitaran el posterior camuflaje.
En el expediente se conoció que “la estructura criminal recibía de algunos uniformados información privilegiada sobre los movimientos portuarios, así como la programación de llegada y salida de los buques”.
Con estos detalles que eran exclusivos de los funcionarios del Puerto y las autoridades, posiblemente habría servido para diseñar la estrategia para intoxicar las mercancías con cocaína.
El ente de acusación logró la captura de dos de los supuestos articuladores de la red. Se trata de Justino Coral Perea, alias Tío; Jum Brayan Coral Pretel, alias Brayan; y Ronal Montaño Mariñez.
Ellos fueron sorprendidos con 330 millones de pesos y 875 kilogramos de clorhidrato de cocaína, cuya evidencia se sumará al proceso por los presuntos delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado y concierto para delinquir.
“Por disposición de un juez de control de garantías, todos los procesados recibieron medida de aseguramiento en establecimiento carcelario”, agregó la Fiscalía General de la Nación en un comunicado dirigido a la opinión pública.
En medio de este proceso judicial, la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio le impuso medidas cautelares a varios bienes que figuran a nombre de los supuestos integrantes de la organización o de personas cercanas.
16 elementos fueron afectados con la medida: dos establecimientos comerciales, cinco sociedades de papel, cinco inmuebles urbanos y cuatro vehículos, ocupados en Cali, Jamundí, Buenaventura y Apartadó.
“Estos resultados hacen parte de la estrategia Argenta, dispuesta por el fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, para afectar las finanzas de la criminalidad organizada y del narcotráfico”, agregó el ente de investigación.