Un homicidio múltiple estremece al suroccidente colombiano: 12 personas fueron asesinadas con armas de largo alcance en la zona rural del distrito de Buenaventura. Las autoridades judiciales ya tienen una hipótesis para explicar lo sucedido.
Entre las víctimas hay cinco mujeres y siete hombres. Al parecer, las señoras vivían en el departamento del Valle del Cauca y aceptaron una invitación de supuestos integrantes de la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las Farc.
Cuando las 12 personas estaban departiendo en una aparente fiesta, fueron atacados indiscriminadamente por un grupo de guerrilleros del ELN, quien sostiene una confrontación a muerte con las disidencias por el control territorial.
La masacre se habría cometido en el marco del combate entre las dos organizaciones terroristas. Sin embargo, todas las pistas indican que las cinco mujeres no eran parte del autodenominado Estado Mayor Central que comanda alias Iván Mordisco.
Por las críticas condiciones de orden público, ni las autoridades, ni la Fiscalía han podido ingresar a la zona donde ocurrieron los hechos, aunque una comisión de la Defensoría del Pueblo está intentando acercarse al sitio para dar información de lo que ocurrió.
En fotografías que circulan en las redes sociales se alcanzan a percibir los cadáveres de las víctimas tendidos sobre el suelo y se puede evidenciar la crudeza con la que fueron atacados con armas de fuego de largo alcance.
Este martes se realizará un consejo de seguridad de alto nivel en el Valle del Cauca, donde se dará cuenta de la situación del departamento, quien maniobra con múltiples confrontaciones producto del tráfico de drogas y la extracción ilícita de oro.
En el caso de Buenaventura, son motivo de disputa los corredores del narcotráfico y las rentas criminales. Además de estas guerrillas, hay fuerte presencia de hombres del Clan del Golfo, la Segunda Marquetalia, Los Shotas y Los Espartanos.
Según la Defensoría del Pueblo, hay tres grandes escenarios de riesgo en Buenaventura por el accionar y la presencia de estas organizaciones. A juicio de la entidad, estas acciones ponen en riesgo los derechos de las comunidades.
“Por un lado, está lo que viene sucediendo entre Los Shotas y Los Espartanos, estructuras que se están disputando el control territorial urbano en Buenaventura. El segundo conflicto se presenta en la zona del Bajo Calima, allí el ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia se disputan el territorio en las ruralidades. La tercera situación ocurre en zona de los consejos comunitarios: Anchicayá, Raposo, Cajambre, Mayorquín y Río Yurumanguí por enfrentamientos entre la guerrilla del ELN y el frente Jaime Martínez, y ahora se suma un nuevo actor: la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc”, reportó la agencia.