En el suroccidente colombiano se libra una guerra a muerte entre las disidencias de las Farc y las Fuerzas Militares. En medio de la crudeza, un grupo de soldados mostró la tenacidad por sus funciones y salvó a guerrilleros que estaban a punto de morir.
La escena ocurrió en la zona rural del municipio de Guacarí, ubicado en las montañas del Valle del Cauca, donde el grupo armado tiene un plan de expansión sin límites y quiere tomar el control de todas las economías ilegales.
En ese sector, las tropas de la Tercera División del Ejército sostuvieron un fuerte combate en el que varios delincuentes fueron impactados con proyectiles y tres de ellos recibieron los primeros auxilios de los uniformados.
“Aguante, mijo, que le están salvando la vida. Aguante que es su vida”, le dijo un oficial de la institución a uno de los lesionados que gritaba de dolor mientras era atendido a bordo de un helicóptero. Las imágenes son impactantes.
El propósito de los militares era llevarlos en un Black Hawk a un centro médico del departamento para luego presentarlos ante las autoridades competentes para las judicializaciones, pues los tres estaban en calidad de capturados.
Según la institución, estos hechos demostrarían el respeto por los derechos humanos de parte de las tropas, que son capacitadas y entrenadas para enfrentar este tipo de acciones en el desarrollo de operaciones contra el enemigo.
“El Ejército Nacional despliega sus capacidades diferenciales en todo el territorio con el objetivo de proteger la vida de los colombianos y de aquellas personas que persisten en delinquir en los grupos armados al margen de la ley”, afirmó.
Las condiciones de seguridad son críticas en el suroccidente del país. Este combate trató de reducir al grupo armado de las disidencias de las Farc, pero son muchas las amenazas con las que lidian los uniformados y la población civil.
La mayor máquina de violencia es conducida por la organización de alias Iván Mordisco, quien se sostiene económicamente con el tráfico masivo de cocaína y marihuana para el exterior, en alianza con capos nacionales y extranjeros.
Luego están la Segunda Marquetalia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuya unión tendría la misión de acabar por todos los medios a los hombres de las disidencias de las Farc. Esto ha generado otro dolor de cabeza para los civiles.
En menor medida, el Clan del Golfo ha tratado de ingresar al Valle del Cauca para incursionar en el tráfico de estupefacientes y las extorsiones, pero se ha encontrado con grupos tan poderosos que han reducido su plan de expansión.