Toda una controversia han desatado las declaraciones del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, con relación a los trabajos que realizará el Gobierno para volver a conectar la vía Panamericana a la altura de Rosas, Cauca, luego del derrumbe que dividió en dos la carretera hace una semana.
Y es que, según Reyes, comunidades indígenas están obstaculizando la ejecución de las obras, las cuales consisten en la construcción de una variante de 1.8 kilómetros y la instalación de un puente de 80 metros.
“Cuando íbamos a empezar a hacer las obras en la zona de Rosas, en un territorio que es de la Agencia de Tierras, pero que tenían en su poder unos indígenas que hasta hoy aparecieron, bloquearon cualquier entrada de maquinaria hasta que se les compense con plata. Me parece que es un tema gravísimo”, denunció.
El ministro se lanzó en ristre contra los indígenas con estas aseveraciones en las que se atrevió a señalar que las demoras y retrasos que lleguen a presentarse en las obras serán responsabilidad de estas comunidades por cuenta de sus supuestas “presiones y chantajes”.
“En esa variante que se va a construir necesitamos un puente y unas vías de acceso que esperábamos dejar habilitadas en 120 días, pero si no nos dejan entrar maquinaria, no se puede trabajar”, apuntó. La vía Panamericana quedó dividida en dos, en el kilómetro 75, por la tierra que se desprendió de montañas adyacentes luego de fuertes lluvias.
El cierre total de la vía Panamericana ha llevado a tomar medidas desesperadas, como la utilización de la vía alterna del municipio de La Sierra, una carretera de segundo nivel que extiende los viajes varias horas y que con las lluvias se convierte en una trocha. Por este corredor solo pueden transitar buses pequeños, pero no tractocamiones de carga pesada.
Las acusaciones de Reyes no calaron bien en el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), que no dudó en contestar rápidamente.
“Nos tomaron por sorpresa las declaraciones del ministro de Transporte en las que hace varias aseveraciones que no son ciertas y son una total mentira, toda vez que nosotros como territorio Jambaló no hemos aparecido ayer, pues llevamos asentados acá hace diez años. Recibimos estos predios en reparación parcial por la masacre del Lilo, afectación que tuvo el pueblo Nasa y el norte del Cauca”, expuso Gina Paola Dagua, autoridad de la Asociación de Cabildos Indígenas, en un video difundido por la Cric.
Dagua negó que indígenas estén haciendo exigencias económicas, como menciona Reyes, pero aceptó que quieren sentarse con el Gobierno para transmitirles las inquietudes que tienen sobre las obras y su repercusión en los miembros de las comunidades que habitan la zona que será intervenida.
“Tenemos una gran preocupación porque en estos predios habitan personas que fueron desplazadas de su territorio de origen, Jambaló. Es necesario concertar acuerdos y compromisos con el Gobierno de garantía de los derechos que ya hemos adquirido”, añadió.
Aquí hay que mencionar que el ministro confirmó, tras sus acusaciones, que miembros del Gobierno se reunirán con las comunidades en el Cauca para escucharlas. Un alto funcionario del Ministerio del Interior y el viceministro de Transporte, Carlos Eduardo Enríquez, serán los encargados de conversar con los indígenas.