El Ministerio de Culturas, las Artes y los Saberes declarará el Monumento de la Resistencia de Cali como un patrimonio de los colombianos. La estructura, de 13 metros de altura, es una representación de lo que fue el estallido social durante el gobierno de Iván Duque.
Se trata de un antebrazo izquierdo lleno de colores ubicado en el sector de Puerto Rellena, en el suroriente de la capital del Valle del Cauca. La mano empuña un letrero donde se lee “resiste” y está adornada con los nombres de las personas fallecidas en las protestas.
El anuncio lo hizo el ministro Juan David Correa en medio de una manifestación pacífica llevada a cabo en el sector este miércoles, donde al menos 5.000 ciudadanos se reunieron para respaldar el trabajo que realiza el Gobierno de Gustavo Petro.
“Este domingo vendremos a entregar el expediente para iniciar la declaratoria del monumento como patrimonio de los colombianos, el Monumento de la Resistencia. La resistencia nunca más será acosada, no mientras vivan ustedes”, dijo el funcionario.
Es decir, la estructura se convertirá en un bien de interés cultural de la nación y, según la norma, el Estado tendrá la misión de salvaguardarlo, transmitir su valor a las generaciones y formular denuncias cuando haya infracciones sobre el material.
Más allá de la coyuntura política que generó la construcción de esta obra, también hay una discusión jurídica, dado que la administración distrital que le dio el visto bueno a esta obra habría incurrido en una serie de anomalías que son investigadas.
En el sector donde se alzó la mano izquierda se pretendía edificar una parte de la troncal occidente del Sistema Masivo de Transporte MIO, pero el diseño no se pudo ejecutar en la calle 36 con carrera 46 por la obstrucción del Monumento a la Resistencia.
En su momento, algunos ciudadanos se unieron para pedir su desmonte y la ciudad se dividió en dos opiniones: tumbar la estructura o mantenerla como un hecho histórico que marcó la realidad de Colombia durante el gobierno de Iván Duque.
La respuesta de la Alcaldía de Cali, bajo Jorge Iván Ospina, era que el Monumento debía reconocerse como una expresión cultural, dado que, tradicionalmente, el espacio público se ha usado para ubicar elementos conmemorativos y este sería el caso.
Otra de las discusiones que se dio fue la solidez que tiene la obra y el riesgo de que pudiera colapsar. El diagnóstico que le dio la Secretaría de Infraestructura es que tiene una rigidez en sus planos y es reforzada para el fenómeno del viento.
Ahora bien, la decisión que tomó el Ministerio de Culturas se discute ampliamente en las redes sociales. Hay fuertes críticas, principalmente porque el Monumento representa el estallido social y los efectos que causó en Colombia en materia de seguridad.
“El Ministerio de Cultura ha legalizado la destrucción de Cali y llaman monumento a ese bodrio de La Resistencia. Ese no es el símbolo de Cali, eso es un irrespeto contra los policías asesinados”, afirmó el ciudadano Juan Muñoz en su cuenta de X.