Lo que debía ser un tranquilo desplazamiento por Cali se convirtió en una pesadilla para una mujer que tomó un servicio de transporte en una plataforma digital, luego de que el conductor presuntamente abusara sexualmente de ella.
El pasado 25 de octubre, de acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, la mujer se subió al vehículo en el barrio Miraflores con el objetivo de desplazarse hasta el barrio La Paz, pues así lo indicó al pedir el servicio en la aplicación, pero el conductor hizo caso omiso y se desvió de la ruta para llevarla a un lugar solitario. Durante el camino, le hizo comentarios sexuales a la mujer sin su consentimiento y, finalmente, se detuvo y la violentó carnalmente.
La víctima instauró la respectiva denuncia contra el conductor y, tras una rápida investigación, un juez emitió una orden de captura contra el sujeto, identificado como Deivis Eduardo Guzmán Castañeda, la cual hicieron efectiva servidores del CTI de la Fiscalía y la Policía, en el barrio La Flora de Cali.
A Guzmán le imputaron el delito de acceso carnal violento, pero no lo aceptó en el desarrollo de las audiencias. No obstante, el juez del caso decidió enviarlo a la cárcel para que desde allá enfrente a la justicia por los supuestos vejámenes que cometió contra la mujer.
La Fiscalía tiene la teoría de que esta no es la única víctima del conductor, por lo que les solicitó a las mujeres que hayan sufrido abusos sexuales por parte de Guzmán para que denuncien.
Abuelo grabó y violó a su nieta
En el municipio de Pradera, Valle del Cauca, una niña de apenas siete años de edad era abusada sexualmente por un adulto mayor. Lo aberrante del caso es que el presunto violador decía ser su abuelo.
Durante varias semanas, este hombre accedió sexualmente a la menor y grabó los vejámenes a los que la sometía contra su voluntad. El sujeto, que está casado con la abuela de la víctima, pero no tenía vínculo de sangre con la pequeña, aprovechó las vacaciones escolares de mitad de año para lograr su cometido.
Al tener la plena confianza de la familia por su relación con la abuela de la niña, este sujeto era dejado a cargo de ella en una vivienda del barrio La Bodega del municipio mencionado. De esta manera, en cuanto quedaban solos, abusaba sexualmente de la menor a la que decía querer como una nieta.
Las violaciones ocurrieron en varias ocasiones bajo fuertes amenazas que cometieron el receso escolar en un infierno para la niña. Todo indica que este sujeto le decía a la menor que si llegaba a revelar los vejámenes atentaría contra la vida de sus seres queridos. La menor, maniatada, accedía a sus pretensiones por temor a que cumpliera su promesa.
Los abusos pararon cuando, finalmente, la madre y una tía se dieron cuenta de las atrocidades a las que estaba siendo sometida la niña, quien decidió contar pese a las amenazas. Estas mujeres instauraron la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación que permitió la posterior captura del hombre. Servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Ejército lo detuvieron en Pradera.
Al supuesto abuelo le imputaron los delitos de acceso carnal con menor de 14 años agravado, y actos sexuales con menor de 14 años agravado en concurso con pornografía con personas menores de 18 años. Estos cargos no fueron aceptados por el presunto violador.
Un juez del municipio de Palmira, Valle del Cauca, acogió la solicitud del fiscal del caso y decidió cobijarlo con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario para que surta su proceso con la justicia privado de la libertad.