Diana Carolina Larrahondo Arboleda fue la última víctima de los violentos en el Norte del Valle, la mujer fue atacada a disparos cuando conducía una motocicleta.

De acuerdo con las autoridades locales, el hecho fue en la tarde del lunes 21 de agosto en un sitio conocido como piscinas Hawaii, ubicado en el corregimiento El Pie, en la vía que comunica a los municipios de Roldanillo y El Dovio, en el noroccidente del Valle del Cauca.

Diana Carolina Larrahondo Arboleda fue la última víctima de los violentos en el Norte del Valle. | Foto: Fotos tomadas de redes

Este caso se suma al de Ana Delia Arenas Betancourt, María Elena Montoya y al de Paola Peñaloza Martínez, a quienes también les quitaron la vida de forma violenta.

La muerte de Ana Delia ocurrió el pasado jueves 17 de agosto en el barrio Pueblo Nuevo, del municipio de Ansermanuevo. A las 9:30 p.m., de ese día, según lo revelado por medios locales, la mujer se encontraba hablando con una amiga a pocos metros de su vivienda, cuando dos sujetos en moto llegaron para intimidarla. Uno de ellos sacó un arma y le disparó a la mujer de 33 años, dejándola en el piso sin signos vitales.

La muerte de Ana Delia ocurrió el pasado jueves 17 de agosto en el barrio Pueblo Nuevo, del municipio de Ansermanuevo. | Foto: Fotos tomadas de redes

Delia Arenas, quien era ama de casa, fue enterrada este fin de semana en medio de la confusión y el dolor de sus familiares, quienes no entienden los motivos de su muerte y su partida.

“En la Calle 8 frente al número 1A - 61 del barrio Pueblo Nuevo, el personal del CTI realizó la inspección técnica al cadáver de Ana Delia Arenas, de 33 años, quien presenta heridas en diferentes partes del cuerpo ocasionadas con arma de fuego, móviles y agresores materia de investigación”, indicó en su boletín diario la Policía del Valle del Cauca.

Asimismo, resaltaron que un día antes, el miércoles 16 de agosto, se registró el asesinato de María Elena Montoya, de 57 años, a quien le quitaron la vida en Cartago.

Ese día la mujer caminaba exactamente en la intersección que colinda con los barrios Rincón de La Loma y Bosque Los Lagos, cuando hombres a bordo de una moto le dispararon.

En fotos difundidas por redes sociales se puede observar que algunos transeúntes de la zona tratan de auxiliar a la mujer, pero esta ya no contaba con signos vitales.

La víctima vestía una camisa blanca, chanclas y pantalón negro con decorado blanco.

“Después de este lamentable hecho, en la Carrera 1A Norte con Calle 16 del barrio El Prado, fue capturado un sujeto de 25 años, al cual se le incauto 32.5 gramos de bazuco, por lo que fue dejado a disposición de la Fiscalía Local URI de Cartago”, dijeron desde la Policía Valle.

El miércoles, 16 de agosto, se registró el asesinato de María Elena Montoya, de 57 años | Foto: Fotos tomadas de redes

Mientras en Cartago sucedía lo de María Elena, en La Unión, Valle, también se conocía la noticia de la muerte de Paola Peñaloza Martínez, de 25 años.

“La mujer fue hallada con varios impactos de bala en medio de un sector boscoso en la Carrera 4 con Calle 16, del barrio Las Lajas”, indicaron las autoridades del Valle.

Por este hecho, la Policía del Valle logró capturar a un joven de 22 años que cargaba un revólver calibre 38.

Ante estos hechos, la comunidad del Norte del Valle pide mayor presencia policial.

Paola Peñaloza Martínez, de 25 años. | Foto: Fotos tomadas de redes

Estas son las temidas bandas que tienen sumida a Cartago

En menos de un año, el municipio de Cartago, Valle del Cauca, ha contabilizado tres masacres. Una cruenta guerra por el control del territorio librada por bandas criminales dedicadas a la venta de drogas y el sicariato sería el detonante de esta oleada de violencia en el norte del departamento.

Los Flacos, La Nueva Alianza y La Nueva Generación son los nombres de las bandas temidas por los más de 135 mil habitantes de Cartago. Con solo escucharlos, saben que las noticias vienen cargadas de balas, muerte y dolor.

La Nueva Alianza surgió como una disidencia de Los Flacos que inmediatamente declaró la guerra, mientras que La Nueva Generación apareció apenas el año pasado expendiendo drogas y matando por encargo por un millón de pesos.

La guerra urbana que libran estas organizaciones delictivas ha dejado una estela de homicidios. El rastro más reciente data de hace apenas una semana, cuando sicarios dispararon contra un grupo de personas que veían un partido de fútbol en el barrio Robertulio Lora. Cuatro muertos y varios heridos, el saldo. Las víctimas estarían vinculadas a venta y consumo de estupefacientes.

A esta masacre hay que sumarle las perpetradas en el barrio La Paz, en abril de 2022, y en la vía que conduce al municipio de Alcalá, en octubre de ese mismo año, las cuales dejaron cinco y cuatro muertos, respectivamente.