El alcalde electo de la capital del Valle del Cauca, Alejandro Eder, presentó una crítica radiografía de las condiciones en que recibe a la ciudad y advirtió sobre inconsistencias tras el proceso de empalme con la administración de Jorge Iván Ospina.
Su equipo de trabajo identificó un mal momento en la cartera pública y una alarmante caída en el recaudo de los impuestos, lo que se traduce en un reto económico para sostener el plan de desarrollo: “Nos enfrentamos a una crítica situación financiera”.
Aunque no es el único problema que sorteará en la Alcaldía. En su lista también aparecen los hechos de inseguridad que afectan todos los días a los ciudadanos, la cifra de desempleo, las pocas oportunidades y el caos que hay en la movilidad.
Sin embargo, hay especial preocupación por lo que se gestionó en los últimos cuatro años, bajo la batuta de Ospina: “El continuismo iba a matar a Cali. Cali está en cuidados intensivos. Cali está quebrada (…) y ha tomado prácticas que tienen que erradicarse”.
Él prometió socializar los hallazgos del empalme con la ciudanía en los próximos días y ponerles freno a los actos irregulares: “Vamos a recuperar a Cali, vamos a recuperar el manejo eficiente de lo público. De cara al ciudadano, vamos a rendir cuentas”.
Alejandro Eder reveló que ya tiene listo el gabinete que lo acompañará en la Alcaldía desde este 1 de enero y dará a conocer los nombres este 14 de diciembre en una rueda de prensa: “Ya está listo el equipo”, manifestó en sus redes sociales.
¿A qué se debe la violencia en Cali?
Las hipótesis de las autoridades es que las muertes violentas en diciembre obedecerían a los actos de intolerancia provocados por el consumo de licor. Aunque las actividades ilícitas ocuparían un renglón importante.
La Alcaldía aseguró que, por esta temporada, aumenta el flujo de dinero y los pactos de negocios criminales que afectan la tranquilidad de los ciudadanos, como el narcotráfico y la minería ilegal.
Cali “es el lugar donde se concentran manifestaciones delictivas muy difíciles de gestionar, dado que son las trasnacionales del delito. También los grupos armados acechan a la ciudad”, dijo Jorge Iván Ospina.
En lo que va corrido del año, 950 personas han sido asesinadas en la capital del Valle del Cauca. Pero vale la pena analizar los datos de los otros períodos: 2022 (914), 2021 (1.155) y 2020 (991).
El comandante de la Policía Metropolitana, general Daniel Gualdrón, informó que hay un aumento cercano al dos por ciento en la tasa de homicidios, si se compara con los datos del 2022.
“Hay un leve incremento, pero recordemos que el año pasado se hizo una reducción grande por debajo de los 1.000 homicidios en Santiago de Cali”, afirmó el vocero de la institución.
Lo mismo respondió el alcalde Jorge Iván Ospina, quien indicó que las autoridades pasaron de registrar cinco asesinatos por día a 2.2, lo que daría a entender que la estrategia de seguridad estaría funcionando.
“Aunque la cifra pareciera ser realmente muy dramática, es una cifra que tiene un descenso con respecto al diciembre del año anterior y al histórico. Estamos viviendo los años menos violentos de los últimos 30 años”, comentó el mandatario.
Sin embargo, en el Concejo piensan que la ciudad está sumergida en una crisis de inseguridad sin precedentes que no ha podido ser controlada por la administración de Ospina.
El corporado electo, Juan Felipe Murgueitio Bustamante, respondió que hay una tristeza generalizada en la ciudad por los fenómenos criminales que están amenazando la integridad de sus habitantes.
“Lo que estamos viviendo ahora es el resultado de la desatención y la falta de contundencia de la administración local que ha permitido que el crimen se fortalezca en los últimos cuatro años”, dijo Bustamante.