De nuevo las disidencias de las Farc, a través del frente criminal Jaime Martínez, arremetió en la tarde de este miércoles con la subestación de Policía del corregimiento de Robles, zona rural de Jamundí, sur del Valle del Cauca.
Los ataques iniciaron hacia las 3:40 p. m. y, de acuerdo con información conocida por SEMANA, se desarrolla con ráfagas de fusil y artefactos explosivos. A esta hora (5:05 p. m.) la comunidad señala que aún se escuchan detonaciones y disparos.
“A la opinión pública se le informa que en estos momentos la subestación de Robles está siendo objeto de un hostigamiento mediante ráfagas de disparos y otros artefactos explosivos no identificados hasta el momento. Ante esta grave situación, ya se encuentran en camino las tropas y la fuerza pública para tomar el control de la situación y garantizar la seguridad de la población y la integridad de la subestación”, señaló la Alcaldía de Jamundí en un breve comunicado.
Este es el segundo ataque que se registra contra la fuerza pública en ese corregimiento en menos de 24 horas, pues en la tarde del pasado martes lanzaron dos granadas y disparos a la subestación de Policía.
En esa ocasión no registraron policías ni civiles heridos. Es la tercera vez en menos de un mes que se registran ataques contra esta estructura de la fuerza pública que está ubicada sobre la vía que de Jamundí conduce a Buenos Aires y Suárez, Cauca.
Frente al ataque del pasado martes, la Alcaldía de Jamundí señaló: “Se registraron ráfagas de disparos, seguidas del lanzamiento de dos artefactos explosivos, aparentemente granadas. Uno de estos artefactos explotó en el aire, mientras que el otro no detonó, lo que evitó mayores daños materiales y personales. No hay heridos como resultado de este ataque”.
Precisamente en esta estación de Policía resguardaron a Sigifredo Márquez, padre de la vicepresidenta Francia Márquez, quien sufrió un atentado con disparos en Timba, un corregimiento cercano a Robles.
Frente al actuar de las disidencias en Jamundí, SEMANA habló con líderes de la zona, quienes manifestaron que dicho grupo criminal es la ley en esos territorios. “Cada asesinato que ellos cometen nos toca a nosotros mismos hacer el levantamiento, porque no permiten el ingreso de las funerarias. Aquí hemos tenido casos de jóvenes asesinados de la peor manera simplemente porque al comandante de turno no le caen bien”, dice uno de los líderes consultados.
Agrega que son las disidencias las que imponen los horarios del comercio, incluso señalan qué día se deben cerrar todos los locales. “Ellos son la ley, ellos mandan, son los que nos dicen qué podemos y qué no podemos hacer, a qué hora podemos entrar, a qué hora podemos abrir, hasta qué hora se puede estar en la calle, son los que mandan todo (...) Ellos controlan todo el territorio”.