Nuevamente los grupos armados buscan sembrar el terror en Cali. A las pancartas de las disidencias encontradas este año en tres puntos de la ciudad, se le suma el hallazgo de una bandera del ELN en el sector Calipso, oriente de la capital del Valle.
La bandera, encontrada hacia las 6:00 de la mañana de este miércoles, fue instalada junto a un cronómetro, lo que generó pánico en el sector, porque la comunidad pensó que se trataba también de un artefacto explosivo.
Además, según las primeras versiones, la bandera tenía unos cables que estaban ubicados sobre el puente peatonal que conduce a la estación Calipso del MIO, principal medio de transporte masivo de la ciudad.
No obstante, la Policía Metropolitana de Cali descartó la presencia de un posible artefacto explosivo en el lugar e inmediatamente retiraron la bandera. Este hallazgo se registra luego de la denuncia de la Personería Distrital sobre presunta presencia de células urbanas de las disidencias de las Farc en la capital del Valle.
La Personería de Cali ha documentado varias denuncias que dan cuenta de posibles células de esta estructura criminal en varias comunas de la ciudad. Allí, buscan reclutar adolescentes y jóvenes, y además quedarse con el control criminal del microtráfico, así como la expansión de sus redes de extorsión a gran escala. “Se ha reconocido desde las Fuerzas Militares y la Policía que hay disidencias urbanas en Cali. Las disidencias ponen en peligro y están generando amenazas sobre ciertas personas porque lo que quieren ocasionar es zozobra, quieren generar situaciones que les permitan distraer la atención de las autoridades”, le contó a SEMANA el personero, Gerardo Mendoza Castrillón.
De acuerdo con el funcionario, lo que quieren las disidencias de Iván Mordisco con estas células urbanas es posicionarse en las grandes ciudades para “llegar a la tenencia y dominio del territorio”.
Uno de los hechos más preocupantes en Cali se vive en el barrio Potrero Grande y la Comuna 16, donde varios líderes sociales han sido amenazados por estos grupos criminales. El plan es calcado de lo que ha venido ocurriendo en otras regiones: ingresan con pequeños grupos, amenazan y asesinan a aquellas personas que tienen liderazgo comunitario; luego, generan una sensación de miedo entre la población para, finalmente, aprovechando el caos, presentarse como los dueños del territorio.