La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, se pronunció este lunes, 17 de junio, sobre la situación de orden público que viven los caucanos. El anuncio lo hizo desde el debate de control político al Gobierno por la grave situación de seguridad en Colombia, especialmente en el departamento del Cauca.
Valencia en la apertura del debate mostró un video en el que se logra evidenciar la cruda realidad de la guerra que se registra en el departamento del Cauca, pero también todo el suroccidente del país.
“La situación del Cauca es verdaderamente dramática, esto no está ocurriendo ni en Israel, ni en Palestina ni en Ucrania. El presidente Petro se la pasa viajando en Europa y dice que no puede hablar de las guerras, le queremos contar que en el Cauca hay una guerra que se está llevando vidas y el provenir de los caucanos que viven un sentimiento de miedo”, precisó.
La senadora del Centro Democrático precisó que el presidente Gustavo Petro Urrego le ha cedido el terreno a los violentos como el Clan del Golfo, disidencias de las Farc, entre otros.
“No se le olvide que, cuando empezó sus ceses al fuego, se advirtió que estaban tomando control de muchas regiones de Colombia. Ahí está el informe de la Defensoría, donde muestran, por ejemplo, que solo las disidencias pasaron de 230 municipios a 299″, indicó.
Al mismo tiempo, señaló que: “Su descuido por la seguridad no está llevando a que asesinen colombianos y esas muertes son su responsabilidad, como los asesinatos de los soldados y los policías porque usted no ha permitido que la superioridad de nuestras fuerzas, que la da la Fuerza Aérea a través de los bombardeos se puedan ejecutar. Usted le está cediendo el territorio a los violentos y no le venga a decir a Colombia que los está derrotando, porque están en todo su poder”.
El manual de las disidencias
Se conoció un nuevo ‘manual de convivencia’ de las disidencias de las Farc para controlar territorios en Colombia. El documento tiene el sello de la estructura Jorge Suárez Briceño y se aplica en el departamento de Caquetá.
Son seis páginas en las que el grupo delincuencial socializa las reglas que deben cumplir los ciudadanos para el “buen vivir”. Las trabajadoras sexuales, los comerciantes y los campesinos están entre la población sujeta a las indignantes sanciones.
El texto es encabezado con el siguiente párrafo: “Nosotros, como autoridad legítima del territorio, apoyamos a las comunidades y, en pro de mejorar las condiciones de vida, seguridad y convivencia, orientamos las siguientes líneas generales de trabajo”.
El primer capítulo está dirigido a los establecimientos que venden licor: las bebidas no pueden ser suministradas a menores de 16 años, deben cerrar las puertas a las 2:00 a. m. y el ruido debe ser moderado. Si se incumple, hay una multa.
Las trabajadoras sexuales deberán ser controladas por las juntas de acción comunal y cada una tendrá que portar un carné de control médico, por lo menos cinco días antes de su llegada a los caseríos de esta zona del país, aunque hay más:
“Quedan prohibidos los exhibicionismos delante de la población, así como les queda prohibido desplazarse por el territorio o fuera de su lugar de trabajo. De lo contrario, serán multadas y sancionadas”, se lee en el artículo de las disidencias.