La noche de Halloween en Cali se desarrolló con un balance positivo en materia de seguridad, según el general Carlos Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de la ciudad. “Destacamos el buen comportamiento de los caleños durante la celebración del 31 de octubre, gracias a un dispositivo de más de 920 hombres y mujeres de la Policía que fueron desplegados en 15 puestos de control”, afirmó el alto oficial.
Este operativo, que incluyó la colaboración de la Secretaría de Movilidad, permitió que Cali registrara cero homicidios, una cifra que no se había visto en los últimos 21 años. Además, se reportó una reducción del 86 % en lesiones personales en comparación con años anteriores. La Policía recibió un total de 1.664 llamadas a la línea 123, de las cuales 173 fueron por motivos de seguridad, incluyendo 90 reportes de riñas y casos de violencia intrafamiliar.
A pesar de este balance positivo, la celebración también estuvo marcada por el desorden en varias vías de la ciudad, donde caravanas de motociclistas disfrazados generaron caos y zozobra en la movilidad. El general Oviedo explicó que se inmovilizaron 111 motocicletas y se realizaron 27 capturas, 12 de ellas por órdenes judiciales. También se incautaron cuatro armas de fuego y se presentaron comportamientos contrarios a la convivencia y seguridad.
“Se presentaron dos caravanas que fueron acompañadas por aire con el helicóptero Halcón y personal en tierra, con el fin de evitar que se presentara algún hecho de desorden”, añadió el comandante de la Policía. Sin embargo, un incidente aislado en la noche anterior dejó una persona herida con arma de fuego en el barrio Conquistadores, aunque el hecho no tuvo relación con las actividades de Halloween. Lamentablemente, esa persona falleció en un centro médico, lo que llevó a la activación de la Seccional de Investigación Criminal para esclarecer lo ocurrido y capturar a los responsables.
El balance general del operativo de Halloween resalta la eficacia de las acciones policiales, pero también subraya la necesidad de seguir trabajando en la regulación del comportamiento en las celebraciones públicas para evitar situaciones de riesgo y caos en la movilidad.