A través de redes sociales, reclusos de la cárcel de Palmira (Valle del Cauca), denunciaron que los alimentos están llegando a la prisión con gusanos y babosas.
Este denigrante hecho fue dado a conocer en las últimas horas, a través de un medio local. “Buenas tardes. Quisiera pedirte el favor que me ayudes a hacer eco con una situación que se viene presentando en la cárcel del Palmira. La comida le está llegando a los internos con gusanos y babosas”, asegura en Twitter Cali OK Noticias.
El medio aseguró que uno de los presos habría buscado la manera de conseguir las evidencias pertinentes para que la precaria situación cambie.
Sin embargo, hasta el momento, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), no se ha pronunciando frente a esta grave denuncia, Y es que las imágenes son bastante impactantes, una de ellas muestra un plato de lentejas con un gusano en su interior.
Por supuesto, en redes, los internautas no han dejado de opinar sobre lo expuesto. “Más preocupante el problema de damnificados del Cauca, faltan utensilios, comida, medicamentos, alimentos para animales de granja”; “¿cómo entran teléfonos y/o cámaras para tomar fotos?”; “no es lo correcto pero ellos escogieron esa vida, recuerden que ellos le quitaron todos los derechos a las personas que le hicieron daño. Cada quien se labra su destino”; “y no que está prohibido todo tipo de comunicación dentro de las cárceles, de dónde sacaron el celular para tomar la foto, que descarados”. Han sido algunos de los comentarios.
Cabe recordar que las cárceles del país viven una grave situación de hacinamiento, incluso, en días pasados, el Ministro de Justicia hizo una polémica propuesta, con la que supuestamente se aliviaría el tema: los presos saldrían a trabajar en el día y volverían a las cárceles en la noche.
El artículo 148 del borrador del proyecto de ley que busca una justicia restaurativa en Colombia, en uno de sus apartes se menciona la posibilidad de que los presos, que cumplan una serie de requisitos, puedan salir a trabajar en el día y volver a los respectivos centros penitenciarios en la noche.
El artículo, titulado ‘Libertad Preparatoria’, fija una serie de condiciones para recibir este beneficio. Los internos tienen que pasar por un proceso de resocialización, haber cumplido la mayor parte de su condena y no tener sentencias relacionadas con delitos sexuales contra menores de edad, la administración pública y los más graves que señale el Código Penal.
Los internos podrán trabajar en empresas o fábricas avaladas y vigiladas por el Estado. El ministro de Justicia, Néstor Osuna, calificó esta propuesta como un sistema de premios que busca fomentar la reinserción a la sociedad y evitar que estén tanto tiempo privadas de la libertad.
El artículo indica, textualmente, que “al condenado se le podrá conceder la libertad preparatoria para realizar actividades comunitarias de reparación o trabajar en fábricas, empresas o con personas naturales y siempre que estas colaboren con normas de control establecidas para tal efecto”.
El borrador del proyecto está en la etapa de rediseño recibiendo comentarios y sugerencias de expertos. Se espera que en las próximas semanas sea presentado al Congreso de la República que, tras los debates exigidos, definirá si lo aprueba en su totalidad, realiza algunas modificaciones o lo tumba.
El artículo va más allá e indica que el interno que quiera acceder a este beneficio tiene que cumplir más del 40 % de la pena efectiva. “Antes de concederse la libertad preparatoria el Consejo de Evaluación y Tratamiento estudiará cuidadosamente al condenado, cerciorándose de su buena conducta anterior por lo menos en el último año, de su consagración al trabajo y al estudio y de su claro mejoramiento en el proceso de su readaptación social”.
De esta forma se buscará garantizar que los internos cumplan su jornada laboral y regresen a los centros carcelarios, evitando así una fuga que podría afectar el proceso de resocialización y confianza en la política del Estado.