Una delicada emergencia se presentó este domingo, 19 de mayo, al interior de la cárcel de Palmira: los privados de la libertad del patio número cuatro prepararon una bebida artesanal y se envenenaron.
Además de este líquido, cuyo contenido se desconoce, los reclusos le sumaron una sustancia energizante y pastillas que funcionan como estimulantes sexuales. Al menos cinco personas ingirieron el ‘cóctel’.
En efecto, dos de ellos perdieron la vida y tres más se encuentran en estado crítico en el hospital local de Palmira y la Clínica Colombia de Cali. De momento, el reporte es complejo. Ninguna de las víctimas de este hecho han sido identificadas.
Los hallazgos en la cárcel
Y es que estos elementos, prohibidos en la cárcel, entran con facilidad. Así lo prueban varias investigaciones, no solo allí, también en el penal de Jamundí.
En esta última, fue gracias a un detallado trabajo de Inteligencia, al interior del Inpec, lo que permitió identificar, ubicar e incautar la caleta que en su interior contenía al menos 120 kilos de marihuana, cuatro kilos de cocaína y más de 120 celulares. Los agentes de inteligencia adelantaron un trabajo de rastreo de información y declaraciones que permitieron establecer el lugar donde los privados de la libertad escondían el alijo.
El director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez, entregó detalles del hallazgo, de la importancia de los operativos y los resultados de distintos operativos en el marco del llamado Plan Dominó, enfocado en combatir la corrupción en los centros de reclusión y mantener a raya a los privados de la libertad que representan mayor riesgo.
“Es un resultado histórico para el sistema penitenciario que no se debería presentar, pero es lo que venimos trabajando en el marco del plan Dominó. Se incautaron de 120 kilos de marihuana en el establecimiento de Jamundí, 4.7 kilos de cocaína, 147 celulares y 13 millones de pesos en efectivo, además de 83 litros de licor”, señaló el director del Inpec.
Aseguró el funcionario que se trata de un resultado sin precedentes en operativos que se adelantan en cárceles del país y este hallazgo, en particular, se encontraba en el techo del centro penitenciario, un doble fondo que aprovecharon los privados de la libertad para convertirlo en una caleta para el tráfico de estupefacientes.
“Es algo histórico y contundente, una investigación que se llevaba hace varios meses donde teníamos información de un centro de acopio, una caleta donde tenían sustancias estupefacientes, vigilada por los privados de la libertad. Hemos venido trabajando con agentes encubiertos, fuentes humanas y se ven los resultados”, explicó el coronel Gutiérrez.
Advirtió el Inpec, que a partir de este hallazgo se adelantaron las investigaciones correspondientes, que involucran a un privado en la libertad, que ya fue individualizado como el responsable de mantener oculta las sustancias estupefacientes en el centro penitenciario. Además, se adelantan las investigaciones para determinar la responsabilidad que tendrían funcionarios del instituto en el ingreso de esta droga
“Gracias algunas interceptaciones se ve la labor articulada con la Fiscalía y la Policía. Un trabajo conjunto con los servidores penitenciarios y los grupos especiales se encontró en un falso fondo en las tejas del establecimiento del Jamundí, donde se iba sacando por pocos para el consumo interno de los privados de la libertad”, advirtió el funcionario.