A las aseadoras de la Universidad del Valle, Gloria Mendoza y María Elena Mendoza, las habría mandado a matar una de sus compañeras de trabajo.
Según la Fiscalía General de la Nación, Laydy Joanna Valencia Cobo, quien hace parte del área de servicios varios de la institución, ordenó presuntamente los homicidios.
La principal hipótesis del ente apunta a que una diferencia económica entre las mujeres detonó los asesinatos. Y es que, al parecer, hacían parte de una red de estafa que ofrecía cupos de vinculación laboral a la Universidad del Valle.
Valencia, de acuerdo con la Fiscalía, contrató a las dos aseadoras para conseguir personas que quisieran vincularse a la institución a cambio de pagar entre dos y seis millones de pesos. El valor variaba dependiendo del puesto al que aspiraban.
Las mujeres consiguieron personas que pagaron las sumas a cambio de los puestos de trabajo, pero con el paso del tiempo, al ver que no se efectuaban las vinculaciones laborales y que tampoco les devolvían el dinero, empezaron a reclamarle a Valencia.
Estos reclamos llevaron a la mujer, asegura la Fiscalía, a contratar a un sicario, identificado como Víctor Hugo Rodríguez Silva, alias AK-47, quien presuntamente las asesinó en la mañana del 22 de febrero, en inmediaciones a la Universidad del Valle.
Pero si supuestamente Laydy Joanna Valencia ordenó los homicidios, ¿por qué sigue vinculada a la institución? El rector de la Universidad del Valle, Edgar Varela, respondió.
La mujer, dice, no ha sido separada de su cargo porque la Fiscalía no ha realizado la solicitud correspondiente. Hasta que esto no ocurra, ella seguirá vinculada a la institución.
“Somos respetuosos del debido proceso. La Fiscalía debe oficiar la captura realizada. No nos ha llegado la solicitud. En el momento en que llegue, procederemos a la suspensión temporal de la funcionaria. Por supuesto, hay una presunción de inocencia”, expuso el directivo en conversación con Blu Radio.
Varela señaló que la presunta autora intelectual de los crímenes forma parte de la institución desde hace veinte años en el área de servicios varios y jardinería y que, recientemente, había sido trasladada a la biblioteca.
Respecto a las aseadoras asesinadas, dijo que no había queja y que espera que las autoridades esclarezcan los hechos lo más pronto posible. “Seguiremos colaborando con la Fiscalía y esperamos que se haga justicia”.
Tanto la presunta autora intelectual como el hombre que supuestamente perpetró los homicidios fueron capturados y enviados a la cárcel para que surtan su proceso con la justicia privados de la libertad.
Un juez les imputó a ambos los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones agravado.