El alcalde Jorge Iván Ospina le dio por fin la cara a los medios de comunicación sobre el escandaloso contrato con millonarios sobrecostos adjudicado por Empresas Municipales de Cali (Emcali) a Unión Temporal AMI 2022.

Dicho contrato, que está vigente, fue firmado el 21 de julio de este año con una vigencia que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2028. El acuerdo tiene como objetivo la instalación de medidores de energía inteligentes por un valor que supera los 215.000 millones de pesos.

En el documento se pacta que este monto será cancelado año a año, hasta el pago total. Para esta anualidad, Emcali debe desembolsar más de 23 mil millones, de los cuales poco más de 15 mil son parte de un anticipo. Ospina dice que hasta el momento la entidad no ha desembolsado ningún dinero.

“No podemos posibilitar que el contrato se ejecute, por eso no hay daño económico porque el contrato no ha significado dineros egresados ni anticipos, pero sí se ha adelantado el contrato, aunque cualquier tipo de contrato en lo público que haya sido adelantado de forma dolosa puede ser cancelado unilateralmente, por eso nosotros procedemos en la cancelación del contrato”, aseguró el mandatario.

Este caso de presunta corrupción ya cobró la renuncia del gerente de Emcali, Juan Diego Flórez, la cual para algunos es insuficiente, pues piden que Ospina, quien es el presidente de la junta directiva de la entidad, también abandone la Alcaldía, petición a la que el mandatario respondió en Twitter afirmando que no huye de los problemas y que tomará decisiones “desde la evidencia”.

Entre tanto, en la declaración brindada a los medios de comunicación este jueves, el mandatario no mencionó estar contemplando dejar el cargo. En cambio, se limitó a señalar que este escándalo dejará graves secuelas en Emcali. “Hay un daño reputacional muy grande, hay un daño grande en el espíritu de la empresa y de la ciudad, y por eso es tan importante llegar hasta las últimas consecuencias en la investigación”, acotó.

El contrato celebrado por Emcali con Unión Temporal AMI tiene como objetivo instalar medidores de energía inteligentes para evitar pérdidas económicas con la manipulación de la facturación. Esto parece normal, hasta que aparecen de forma explícita en el acuerdo los altísimos sobrecostos en la compra de dispositivos electrónicos y enceres: televisores por más de 42 millones de pesos, sillas por 17 millones y un sistema de pantallas que ascendía a los 763 millones, entre otros.

Ospina se negó a aceptar que dentro de Emcali hay un entramado de corrupción, pese a que el contrato fue revisado por varios funcionarios y firmado con conocimiento previo por el gerente. “Me resisto a pensar que hay gente tan aberrante, bruta y corrupta en Emcali para facturar un televisor en 50 millones (en realidad son más de 42 millones) cuando en realidad vale cinco millones, pero esto solo se resuelve cuando haya una evidencia técnica del asunto”, añadió.

En esa línea, hay que recordar que la Fiscalía designó un equipo mixto de la Seccional Cali y la Dirección Especializada contra Corrupción para investigar este escándalo. Así mismo, la Procuraduría abrió una indagación previa contra funcionarios Emcali por presuntas irregularidades en contratación.