Un alarmante caso de discriminación racial se presentó en pleno Salsódromo, uno de los eventos principales de la Feria de Cali. Lo que debía ser un momento de diversión se convirtió en un calvario para tres personas afrodescendientes.
El administrador de empresas y columnista de opinión bonaverense Jhon Jairo Caicedo denunció el incidente a través de sus redes sociales. Allí relató lo sucedido en la gradería 8 del evento.
“Junto a dos compañeras negras vivimos un acto de racismo en el que dos hombres blancos cuestionaron fuertemente nuestra participación y ubicación en una de las graderías. Estas dos personas mayores, con actos odiosos, racistas y crueles, prácticamente nos obligaron a abandonar la gradería 8 del Salsódromo cuestionando el valor que pagamos por estar ahí”, contó Caicedo.
Según explicó, estas personas los ofendieron con palabras y cuestionaron su presencia en el espacio. “Nos preguntaron qué estábamos haciendo ahí, nos dijeron que ellos pagaron por estar en ese lugar, que nos fuéramos, que no había espacio para nosotros”.
El ambiente se tornó tan hostil para ellos que optaron por salirse de esa zona de la gradería y buscar otro sitio donde ver el espectáculo. Caicedo asegura que ninguno de los presentes salió en su defensa o rechazo ante la discriminación a la que estaban siendo sometidos.
“Durante siete minutos hubo un rifirrafe ante la mirada de muchas personas que no hicieron nada (...) Las demás personas que llegaron y ocuparon el espacio que dejamos no fueron cuestionadas en ningún momento, se les permitió a estar con tranquilidad”, añadió.
Caicedo señala que decidió contar lo ocurrido para que las personas reflexionen sobre sus actitudes y posiciones, pues considera que la sociedad caleña sigue siendo racista y elitista.
El bonaverense no presentó ninguna prueba documental de sus afirmaciones porque prefirió no grabar o tomar fotografías para evitar inconvenientes mayores con los quienes cuestionaron su presencia en el Salsódromo.
“Fue un momento muy duro porque este era un espacio que debía ser de disfrute. Posteriormente, logramos ubicarnos en otro sitio, pero lamentamos tener que abandonar un espacio del que nos sentimos dignos de estar porque unas personas elitistas y racistas consideren que por ser negros no podemos compartir a su lado. Debemos siempre denunciar y reprochar el racismo. Esto no debe suceder en una Feria de Cali, que es un evento para todos”, concluyó Caicedo, quien no ocultó su dolor por las agresiones verbales sufridas.
Una ola de comentarios de apoyo ha recibido el denunciante en sus redes sociales a raíz del reprochable acto racista vivido en la Feria de Cali. Algunas personas, incluso, dijeron haber padecido situaciones similares en otras ediciones del evento.
“Mi solidaridad con usted, el año pasado en ese mismo espacio, no me discriminaron, pero sí disimuladamente me iban desplazando del espacio donde me encontraba. La verdad es que se encuentra uno con personas groseras y racistas en la Feria”, afirmó un internauta.