Entre los dos hombres que fueron asesinados en las últimas horas en un bar del barrio Belalcázar de Cali figura un desmovilizado del extinto grupo paramilitar Autodefensas Unidades de Colombia (AUC).

“Uno de ellos presenta unos antecedentes y perteneció a las autodefensas del Bloque Calima”, aseguró Juan Carlos León Montes, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.

El hombre ultimado formó parte del Bloque Calima, el cual operaba en el suroccidente colombiano y se le atribuyen decenas de masacres, hasta 2005, cuando se desmovilizó y pasó a formar parte de la vida civil.

El desmovilizado asesinado tenía 17 anotaciones judiciales, entre ellas por homicidios, desaparición forzada y uso de documentos falsos, mientras que la otra víctima no había tenido líos con la justicia.

En el lugar fallecieron Carlos Francisco Chavarro, de 48 años de edad, y Néstor Raúl Ocoró, de 50 años. Este último es el desmovilizado de las AUC.

Sobre Ocoró se conoce que es oriundo de Palmira, Valle del Cauca, e ingresó al Bloque Calima AUC en julio del 2000. Sus actividades ilegales dentro de la organización paramilitar estuvieron concentradas en dicho departamento y en el Cauca.

Ocoró tuvo bajo su mando varias cuadrillas de paramilitares con injerencia en municipios del centro del Valle del Cauca. Ante las autoridades llegó a confesar varios crímenes y revelar la ubicación de fosas comunes.

Teniendo en cuenta el prontuario criminal del desmovilizado, las autoridades no descartan que los dos hombres hayan sido ultimados en medio de un ajuste de cuentas o una venganza de algún grupo delincuencial.

Este ataque sicarial dejó un joven, de 19 años, herido en una de sus extremidades, pero por ahora se desconoce si esta persona acompañaba a las víctimas o simplemente quedó en medio de los disparos. “Estamos mirando si tenía alguna relación con los dos hombres”, aseveró el uniformado.

Lo que se sabe hasta ahora sobre el doble crimen es que dos sicarios a bordo de una moto llegaron hasta el bar, ubicado muy cerca a una estación de servicio de la calle 70, y entraron a atacar directamente a las víctimas, las cuales estaban departiendo.

Sin mediar palabra, los asesinos abrieron fuego indiscriminadamente y los hirieron gravemente. De acuerdo con videos sobre los hechos, los criminales no les dieron tiempo a las víctimas para huir, pues antes de que pudieran correr para salvaguardarse les dispararon, dejándolos tendidos al lado de las mesas y sillas del bar.

Cometida la fechoría, los sicarios se dieron a la fuga a bordo de la misma moto en la que llegaron al bar.

Según el Observatorio de Seguridad de Cali, en lo que va de este año, con corte al 9 de agosto, 591 personas han sido asesinadas en la ciudad. La mayoría de las víctimas (548) son hombres y las armas más usadas para cometer los homicidios son las de fuego (470).