El conductor de un tractocamión salió del puerto de Buenaventura, Valle del Cauca, con un contenedor lleno de repuestos para moto sin pensar que viviría una de las peores experiencias de su vida.

La misión de llevar la mercancía hasta Funza, Cundinamarca, se vio interrumpida cuando criminales interceptaron el tractocamión. Amenazado, el hombre fue obligado a descender del vehículo, entregar las llaves y olvidar la idea de continuar con sus labores.

Los delincuentes se llevaron el vehículo y dejaron tirado a su suerte al conductor. La pretensión era hacerse con toda la mercancía, de marca Bajaj y avaluada en 2.200 millones de pesos, que había dentro del contenedor.

Para lograrlo pretendían llevarse lejos el tractocamión y vaciar el contenedor. Sin embargo, el cálculo les falló, pues no previeron la llamada que lo cambiaría todo.

La empresa a la que pertenece el vehículo se dio cuenta rápidamente, aún sin haber hablado con el conductor, de que algo andaba mal al notar un desvío en la ruta planeada sobre la vía que de La Paila conduce a Armenia. Esto fue posible gracias al sistema de GPS con el que contaba el vehículo. La anomalía en el recorrido y la posterior pérdida de señal en el monitoreo hicieron que el aviso a las autoridades se hiciera inminente.

Luego de la llamada en la que la empresa informó sobre las irregularidades, unidades de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía activaron un plan candado en los municipios aledaños de La Victoria, La Unión, Toro y Obando para dar con el automotor. Pese a que ya no era posible ver la ubicación exacta, el cerco de las autoridades fue efectivo y derivó en la ubicación del tractocamión y la millonaria mercancía en un cañaduzal de la vereda Pedregal del municipio de Toro, hasta donde había sido desviado el vehículo.

Los uniformados encontraron el tractocamión abandonado y con el sistema de ubicación satelital alterado. Los delincuentes lo habían modificado para despistar a las autoridades en su persecución.

Las revisiones dieron cuenta de que el contenedor había sido abierto y se estimaba que buena parte de la mercancía fue sustraída. Por su parte, los delincuentes no se veían por ningún lado, pues habían escapado con rumbo desconocido. No obstante, tras pesquisas en el área donde fue dejado el tractocamión, la mercancía faltante apareció en medio del cañaduzal, aseguró el Departamento de Policía Valle.

Afortunadamente, el conductor no fue agredido físicamente y se encuentra en buen estado de salud. SEMANA conoció que, de hecho, ya instauró una denuncia por el vejamen a la que fue sometido por los delincuentes, cuyo paradero en este momento está siendo investigado. El tractocamión y la mercancía quedaron a disposición de las autoridades competentes.