Al menos 50 casas damnificadas, y algunas con graves afectaciones en los techos fue el saldo que dejó un fuerte vendaval que se registró en la tarde de este viernes 14 de abril en el municipio de Trujillo, en el norte del Valle del Cauca.
Las imágenes del estado de las viviendas afectadas son lamentables, decenas de familias buscan refugio entre vecinos porque la fuerte granizada dejó gigantescos aguajeros en los techos y una de ellas incluso se habría desplomado.
De acuerdo con información conocida por SEMANA de un medio de la zona los organismos de socorro del municipio hacen la evaluación de las afectaciones presentadas por el fenómeno.
En el departamento del Atlántico el pasado 11 de abril también una emergencia similar dejó al menos 37 viviendas afectadas en el sur del departamento, exactamente en el municipio de Usiacurí, luego de registrarse un torrencial aguacero acompañado de fuertes ráfagas de vientos.
De acuerdo con el balance entregado por las autoridades y organismos de socorro se reportaron daños en las redes eléctricas, árboles caídos y averías en varias estructuras.
La alcaldesa de esa población, Katerine Luz pasos Zapata, confirmó que no hubo personas lesionadas ni pérdidas humanas. “Hay unos moradores que son venezolanos, quienes viven en un cambuche. Ellos perdieron todo. Sin embargo, los vecinos los están apoyando, ya que se les mojó todo”.
“Solo fuero daños materiales, afortunadamente ninguna persona resultó lesionada” sostuvo la mandataria municipal.
Los estragos del fenómeno natural se presentaron en los barrios Paraíso, Villa Gloria, La 15 y La Floresta.
Otras emergencias
Aunque en otras regiones del país las lluvias han sido una constante, en el departamento del Atlántico el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) advirtió que las precipitaciones más abundantes se estarán presentando entre mayo y junio.
En el departamento de Cundinamarca, por ejemplo, la emergencia más reciente dejó un saldo de dos personas muertas. Una familia que estaba disfrutando de un día de sol al pie de una quebrada en la zona rural de Cundinamarca fue sorprendida por una creciente súbita. En medio del fenómeno, dos personas perdieron la vida.
El incidente se reportó a los organismos de socorro en el sector de Saltos de Los Micos del municipio de Villeta. Al parecer, el agua los arrastró por varios metros a raíz de las fuertes lluvias que se registraron durante el día.
Tras las intensas labores de búsqueda, los bomberos de la zona lograron ubicar a tres de ellos y, más tarde, avistaron los cuerpos sin vida de dos más.
“De manera inmediata se hace la activación de todos los organismos de primera respuesta en donde logramos rescatar con vida a tres personas y se reportan dos desaparecidos, los cuales, infortunadamente, son encontrados sin vida”, dijo el capitán Álvaro Farfán, delegado de bomberos de Cundinamarca.
Los socorristas de Quebradanegra recuperaron el cadáver de uno de ellos en las aguas del río Villeta y otro más en la quebrada Cune. Supuestamente, no habrían tenido permiso para nadar en ese sector por las intensas precipitaciones.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación está avanzando en la inspección de cada uno de los cadáveres.
El pasado 6 de abril, el cuerpo de Bomberos de Cundinamarca informó sobre otra emergencia en el municipio de Viotá, luego de que se provocaran inundaciones en 10 barrios y cinco zonas veredales por el desbordamiento de los ríos la Pilama y ‘San Juan’.
Según informó Álvaro Eduardo Farfán, capitán de Bomberos de Cundinamarca, desde la madrugada las familias afectadas comenzaron a evidenciar la creciente de los ríos y las fuertes inundaciones, por lo que, sobre las 9 de la mañana comenzaron los organismos de socorro a ayudar a la comunidad.
En las imágenes compartidas a través de las redes sociales se logra ver los altos niveles de los ríos e inundaciones, que algunos casos, llegan hasta las rodillas de los afectados. Incluso, algunas personas evidenciaron que tuvieron que subirse a los árboles para no estar sumergidos en el agua, ya que todo el suelo de las viviendas y calles estaba inundado.