En los últimos meses las ambulancias en Cali fueron protagonistas de varios accidentes que, incluso, dejaron personas muertas y heridas, en medio de la denominada ‘guerra del centavo’.
Las empresas de ambulancias en su afán por recoger heridos, principalmente de accidentes de tránsito, para llevarlos a las clínicas y cobrar el dinero del Soat, acabaron causando siniestros viales.
Por esta razón las autoridades robustecieron los controles sobre estas empresas y sancionaron a varias de ellas por el incumplimiento de las normas.
Y aunque la accidentalidad de estos vehículos ha disminuido, se siguen registrando irregularidades en la prestación de los servicios de atención médica.
Así lo hizo saber la secretaría de Salud de Cali al confirmar que el pasado viernes, 29 de julio, una nueva empresa de ambulancias fue suspendida.
“Se evidenciaron irregularidades en el estándar de infraestructura, dotación, medicamentos, dispositivos médicos e insumos en los procesos prioritarios, historia clínica y registro”, dijo esta dependencia.
Asegura que desde que iniciaron estos operativos se han realizado diez visitas a diferentes empresas en las que se revisaron 33 ambulancias, de las cuales encontraron 16 que no cumplían con los estándares de calidad.
“De las 10 compañías visitadas solo cinco cumplieron con los estándares, por lo que se continúa haciendo seguimiento a través del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE). Se valida que los vehículos no tengan ningún tipo de actividad, hasta demostrar que cumplen con los parámetros para un servicio de calidad”, explicó la secretaría de Salud.
La problemática con las ambulancias escaló a tal punto que el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, dijo que estas empresas eran irresponsables y que en vez de salvar estaban “asesinando vidas”. De hecho el mandatario alcanzó a proponer acabar con el negocio privado de estos servicios de salud para que lo tomara el sector público.
“A veces los accidentes ocurren en el norte y llevan al paciente en el sur, o viceversa. Los llevan donde les pagan por llevar al accidentado. Y hemos visto otras aberraciones, por ejemplo, que arrastran al paciente para poder simular un accidente o que en su trayecto cometen accidentes, dañan a las personas y violentan las normas de tránsito. Es una locura”, aseguró Ospina semanas atrás.
La invasión de un carril del MIO y el exceso de velocidad causaron la muerte, en abril y mayo, respectivamente, de un peatón y de una paramédica que iba a bordo de uno de una ambulancia en Cali.