La gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, confirmó en la tarde de este jueves que ya son dos los profesores suspendidos tras las denuncias de abusos sexuales presentadas por estudiantes del Instituto Bellas Artes, ubicado en el norte de Cali.
Roldán aseguró que estas medidas son adelantadas como parte de las acciones para la protección de las víctimas. “Como Gobernadora, pero sobre todo como mujer, quiero reiterar mi indignación con los hechos denunciados en el Instituto de Bellas Artes, me he solidarizado con todas las estudiantes de Bellas Artes que han tenido la valentía de denunciar estos aberrantes casos de abuso y violencia sexual”, precisó la mandataria.
Dijo, además, que se reunirá con la Directora Seccional de Fiscalía para hacer seguimiento a las investigaciones. “Logramos que el ente investigador designara un equipo especial encargado de los casos denunciados. Pido a nuestras autoridades, celeridad en la atención a estos casos de violencia sexual contra nuestras jóvenes estudiantes”, enfatizó la mandataria regional.
Las denuncias
“El docente decía que tocara mi cuerpo, que me acercara a él y si quería hiciera lo mismo: tocarlo. Yo era una niña de 14 años, no quise hablar con alguien de esto”. Así empieza el dosier conocido por SEMANA de denuncias y dolorosos testimonios de prácticas de abusos sexuales ejercidas por docentes contra estudiantes y exalumnas del Instituto Departamental de Bellas Artes en Cali.
Las denuncias, alrededor de 70, fueron recopiladas entre 2014 y 2021. En todas, estudiantes del programa de Formación Juvenil y de Licenciatura en Artes Escénicas aseguran que el profesor Camilo Capote, quien es director del Festival de Teatro de Cali y hasta hace poco coordinador del programa de formación juvenil de Bellas Artes, cometió actos de abuso contra ellas valiéndose de su autoridad como maestro y una de las voces más reconocidas del arte escénico en la capital del Valle.
“En la misma jornada de clases nos íbamos a otro salón que estuviese solo y practicábamos diferentes escenas (...) me hacía actuar el personaje de manera sensual y luego me inducía a que me tocara”, se lee en otro de los testimonios conocidos por SEMANA.
Y aunque Capote fue suspendido de su cargo en Bellas Artes, las protestas a las afueras de esa alma mater han sido una caja de resonancia por al menos una semana consecutiva. Decenas de mujeres organizaron plantones, marchas y cacerolazos para denunciar que los abusos no vinieron de un solo profesor, sino que hay más docentes involucrados.
“Camilo, nuestro profesor de confianza, estaba informado de una clase en la que el profesor José Fener Castaño nos hizo masturbarnos como ‘flores’ a los 14 años. A prontos meses de ejercer cargo como coordinador, Capote no hizo nada al respecto”, dice otra de las denuncias presentadas por el colectivo de estudiantes a la Fiscalía y a las directivas del Instituto de Bellas Artes.
En otra denuncia de 2018 contra Capote, una estudiante aseguró que el docente las obligó a quitarse sus prendas íntimas. “El ejercicio era quitarnos los bodys y estar con los senos al aire para relajarnos acerca de ese pudor. Él estaba obstruyendo la puerta. Eso fue en el salón Ruquita Velasco. Las estudiantes teníamos entre 15 y 17 años”.
En ese mismo sentido, SEMANA conoció el caso de una joven que en 2020 dejó constancia de que Camilo Capote las invitaba a desnudarse y luego, sin consentimiento alguno, les tomaba fotos. “En una ocasión, Camilo Capote, con el pretexto de hacer arte, nos pidió a mis compañeras y a mí que nos quitáramos las camisas y el sostén, con la idea de madurar en ese aspecto. En ese momento yo era menor de edad y él también nos tomó fotos a todas bajo la excusa de profesionalismo”.
Otra de las estudiantes denunció que, debido al abuso ejercido por algunos de sus profesores en Bellas Artes, sufre ahora un trauma psicológico severo. “Me persuadió con la excusa de que le colaborara con unas fotos. ‘Esta foto me la tomé pensando en vos y la publiqué pensando en vos’. ‘Veo que sí reaccionas a sus publicaciones y a las mías no’. ‘Vos estás loca’. Continuamente recibía comentarios en los que infravaloraba mis emociones y agredía mis espacios”.