Vendedores de verduras, carnes, pescados y otros productos ubicados cerca del cobertizo del mercado de Bazurto en el centro de Cartagena se niegan a salir del sitio que ya presenta severas fallas estructurales en el muro del sector Pabellón y puede colapsar en cualquier momento, por los años de construcción desde 1978, es decir, hace 41 años.
Desalojarlos o trasladarlos temporalmente a otro sitio, como lo ha planteado la Alcaldía distrital de Cartagena, no es una idea que algunos puedan contemplar, según ellos, porque sus ventas fuera del tradicional mercado de Bazurto podrían disminuir.
Y es que al sitio emblemático llegan miles de turistas propios y visitantes a diario, además de ser el sitio predilecto de muchos cartageneros para hacer sus compras de los alimentos para el hogar, y el lugar donde gran parte de hombres y mujeres se rebuscan para obtener el sustento diario.
Wilfrido Ricardo, un vendedor de pescados y quien llegó al sitio desde que se ocupó la central de abastos en sus inicios, dijo que no se opone a la obra, pero no quiere que se afecte su derecho al trabajo.
“No aceptamos traslados sin una compensación. Desde la pandemia quedé endeudado con los pagadiarios y si nos vamos de aquí sin dinero porque ellos van a hacer su trabajo nosotros quedamos mal. Nos encontrarán a muchos de nosotros ahorcados”, dijo el vendedor.
Precisamente, lo que dicen las autoridades que para no afectar las labores diarias de trabajo de las decenas de familias que allí se sustentan, “en el mercado Santa Rita se habilitarán 12 locales, mientras que la zona aledaña al parque Los Luceros se adecuará con carpas y baños públicos”.
Pero esos esfuerzos siguen siendo insuficientes para quienes piden dinero para ser trasladados. Carlina Julio, otra de las vendedoras de la central de abastos y quien está en riesgo por su ubicación en el sitio, sostuvo que no está de acuerdo con el traslado para Los Luceros ni para Santa Rita.
“No aceptamos el traslado sin indemnización. Nos quieren mandar para un colegio, pero eso no se puede, apenas nos coloquemos ahí, nos van a querer sacar por el olor y las afectaciones a los niños. Y para Santa Rita tampoco podemos ir porque está muy lejos. Yo vivo en Olaya y para ir a Santa Rita debo coger cuatro transportes”, manifestó la mujer.
La problemática se acrecienta y más porque la Procuraduría general de la Nación pidió adoptar medidas urgentes para reducir los riesgos.
“La Procuraduría conminó a la alcaldía CTG a adoptar medidas urgentes para reducir los riesgos y proteger la vida de comerciantes y usuarios del mercado de Bazurto, tras la suspensión de obras de reforzamiento a su estructura, que presenta un alto riesgo de colapso”.
A lo anterior, la Oficina de Mercados Públicos, Diana Martínez, sostuvo que la administración celebró un contrato para la ejecución de las obras, las cuales asegura no se han llevado a cabo, por la posición de los vendedores frente al tema.
“Desde el momento el contrato ha tenido dos suspensiones porque no ha sido posible lograr la intervención de las obras, hemos intentado hablar con los vendedores del área y lograr un acuerdo con ellos donde la administración distrital les ha ofrecido alternativas de reubicación en el parque, los luceros, una zona cercana al lugar donde están, les haríamos una adecuación de unos carpas mientras duran las obras que son tres meses”, indicó Diana Martínez.
La funcionaría indicó que desde finales del año pasado, cuando la Secretaría General suscribió con Edurbe el contrato interadministrativo para contratar las obras, se ha tratado de llegar a un acuerdo con los vendedores sin éxito alguno, por lo que, al parecer, tendrán que organizar una jornada de desalojo
“No queremos llegar a estas medidas, pero tocará porque somos conscientes de que por encima de todo hay un riesgo a la vida de los comerciantes y usuarios de este sector del mercado”.