A través de la red social Twitter, la reconocida actriz colombiana de contenido para adultos, Amaranta Hank, denunció un presunto caso de acoso por parte de un conductor de una aplicación para el servicio de transporte (InDrive).
La actriz, cuyo nombre de pila es Alejandra Omaña, manifestó que al tomar el servicio de transporte por medio de esta plataforma, el conductor que aceptó la carrera, le envío un mensaje a través de WhatsApp, donde luego de presentarse, le envió una foto de su miembro.
Acto seguido, el hombre identificado como Henry, le propuso a la actriz “grabar un vídeo juntos para su canal”. Ante esta situación, Omaña hizo público lo sucedido por medio de sus redes sociales, acompañado de las capturas de pantalla como evidencia.
Asimismo, la mujer catalogó al conductor como acosador, tras su comportamiento indebido.
Por su parte, la plataforma de transporte InDrive respondió al trino: “Lamentamos lo sucedido. En InDrive no toleramos ningún tipo de acoso. Por favor, escríbenos un DM para poder levantar un reporte y atenderte. De esta manera podremos tomar cartas en el asunto y bloquear al conductor”.
Casos similares
Varias mujeres contaron sus casos de acoso y abuso sexual por parte de un mismo conductor de aplicaciones que opera en la ciudad de Medellín (Antioquia). Las víctimas contaron sus casos en redes sociales, asegurando que el sujeto cambia de perfil y número de placa de manera constante.
Una de las denunciantes, identificada como Valentina Echeverry, relató en su cuenta de Instagram el terrible suceso por el que tuvo que pasar.
“Me acabé de bajar de un InDriver; estaba en el Valle de Aburrá y lo pedí para mi casa, es un viaje de cinco minutos. Me iba a bajar, pero él me siguió hablando y yo nunca dejo a la gente hablando sola, me parece maluco, pero alcancé a abrir la puerta”, contó inicialmente.
Seguidamente, relató que el conductor le empezó a preguntar cómo se sentía y que si estaba relajada. “Le respondí que no y me dijo que estaba tensionada, que me dejara correr el pelo, y yo como una idiota me puse a hacer todo lo que me estaba pidiendo, pero yo tenía mucho miedo porque ya estaba raro”, narró Valentina.
Después, el conductor le tocó el cuello. Sin embargo, a causa de la impresión por lo que estaba pasando, Valentina dijo que no era capaz de bajarse del vehículo.
“Luego empezó a tocarme el abdomen, pero yo tenía el pie afuera del carro para que la puerta no se cerrara”, dijo y agregó que siguió lo peor: “me dijo que estaba empezando a segregar un olor exquisito; después de eso me empezó a tocar la oreja, una pierna, me dijo que me recostara, me acercara y me cogió la mano para que se la pusiera en el abdomen”, contó.
Entretanto, la tomó fuerte del cabello, hasta que en ese momento pudo reaccionar y logró bajarse del carro.
En redes sociales, cientos de internautas le han mostrado su apoyo, pero además, varias mujeres le han escrito que habían vivido situaciones similares con el mismo hombre.
Una de ellas, Elena González, quien mencionó que hace 15 días reportó al conductor por dicha actitud, pero que en la aplicación InDriver no hicieron nada. “Qué rabia que ya somos muchas las que estamos pasando por este tipo de acoso de parte de este conductor”, manifestó.
Mientras que una mujer identificada como Laura dijo que le pasó exactamente lo mismo. “Como tenía buena calificación hasta me sentí culpable, puse denuncia y en InDriver también, y no pasó nada”, dijo.
Made, otra ciudadana en Medellín, dijo que le pasó una situación similar. “Él me hizo lo mismo, pero en Didi, decía que se llamaba Felipe, incluso intentó besarme mientras me tocaba de forma rara. Y me buscó en redes sociales. Ninguna plataforma hace nada nunca, me he quejado un montón de veces y no pasa nada”, denunció, lo mismo que otra internauta, quien comentó: “a mi mamá le pasó lo mismo”.
Otra víctima se identificó como Dayi Flórez y dice que vivió la terrible situación de acoso en presencia de su pequeña hija. “Les cuento que a mí me pasó y estaba peor de asustada porque iba con mi bebé y el tipo me empezó a hacer preguntas extrañas, después me empezó a contar sobre una vecina suya que usaba licras y se le pintaba todo, me preguntaba si yo usaba ropa así. Yo me hice la sorda”.