El pasado 28 de enero, después de estar ocho días en UCI en la Clínica General del Norte, falleció el artista san jacintero, Adolfo Pacheco.

Su deceso fue confirmado, justo en el tercer día de Hay Festival, por esta razón el conversatorio titulado ‘La música de la Costa Pacífica visita el Caribe’, inició con un minuto de aplausos en honor al maestro que hizo grandes aportes a la cultura del departamento de Bolívar.

Con una imagen en la pantalla grande, del maestro en el Hay Festival años anteriores, el público ovacionó el trabajo de un hombre que dejó latente un gran legado.

Daniel Samper Pizano y Hugo Candelario González rindieron homenaje a Adolfo Pacheco, artista san jacintero. | Foto: SEMANA

Si bien el conversatorio tocó múltiples temáticas en torno a las similitudes y diferencias entre la música del Pacífico y del Caribe, al finalizar el Trío Bahía, que estuvo acompañando con melodías tradicionales todo el evento, tocó una adaptación de una de las canciones más emblemáticas de la costa.

El maestro Adolfo Pacheco era reconocido por ser el compositor de canciones como ‘La hamaca grande’, ‘El viejo Miguel’ y ‘El mochuelo’, esta última fue tocada por el Trío Bahía al son de la marimba, instrumento tradicional del Pacífico.

Esta adaptación reemplazó instrumentos de viento como la gaita, por el sonido de la marimba, el bombo suplió a la tambora y los bongos tomaron el lugar del tambor alegre y el tradicional llamador; así crearon una versión que une las historias del norte de Colombia, con los sonidos del sur.

La canción ‘El mochuelo’, fue tocada por el Trío Bahía en el marco del Hay Festival, en medio del conversatorio entre Daniel Samper Pizano y Hugo Candelario González. | Foto: SEMANA

El último adiós

El último adiós del compositor sanjacintero Adolfo Pacheco Anillo, quien murió el sábado 28 de enero a sus 82 años, fue en su tierra natal junto a sus familiares, amigos y su fanaticada.

El cuerpo del maestro estuvo el fin de semana en cámara ardiente en San Jacinto, Bolívar, pero en horas de la noche del domingo, su cuerpo fue trasladado nuevamente a la capital del Atlántico, Barranquilla, para ser cremado.

Este último recorrido del cuerpo del juglar; considerado como uno de los más representativos de la región Caribe, ha sido disposición de sus familiares, al parecer debido a las graves lesiones que sufrió el accidente de tránsito que le produjo las complicaciones que lo llevaron a la muerte, después de estar ocho días en una Unidad de Cuidados Intensivos en la Clínica General del Norte.

El maestro Adolfo Pacheco. | Foto: Twitter: @MinCultura

El accidente se registró el pasado 19 de enero en el departamento de Bolívar, en la vía Carreto–Calamar, cuando se estalló una de las llantas delanteras del vehículo particular en el que se movilizaba para asistir a una cita médica en Barranquilla.

De acuerdo con el informe entregado por el personal médico y conocido por SEMANA, el artista sufrió politraumatismo severo, trauma cerrado de tórax, trauma craneoencefálico severo y lesión en columna lo que obligó a los médicos a mantenerlo con soporte vasopresor y ventilación mecánica invasiva, además, le realizaron un drenaje pulmonar y una diálisis.

Lo anterior lo dejó en pronóstico reservado, pero sobre las 4:00 a. m. de este sábado 28 de enero se conoció que había fallecido.

Según el parte médico, emitido antes de su fallecimiento por la clínica, Adolfo tenía antecedentes clínicos, pues era paciente renal crónico y por ello su estado de salud se había ido agudizando.

Adolfo Pacheco y su legado

Adolfo Pacheco Anillo era una leyenda de su pueblo –San Jacinto– y de todo Colombia. El compositor nació el 8 de agosto de 1940, en el hogar conformado por Miguel Pacheco y Mercedes Anillo. Era músico, compositor y cantautor del género vallenato. Su talento fue descubierto por su abuelo paterno, Laureano Antonio Pacheco Estrada, quien era tamborero de gaita.

Adolfo Pacheco, Ministerio de Cultura. Twitter: @mincultura | Foto: Cortesía: Ministerio de Cultura

Adolfo se graduó de bachiller en el Colegio Fernández Baena de Cartagena. Se graduó de abogado en la Universidad de Cartagena y la Universidad Popular del Cesar le otorgó el doctorado Honoris Causa.

El maestro recibió de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata la declaratoria de Compositor Vitalicio en el año 2005.

Entre sus cerca de 140 composiciones se destacan: La hamaca grande, El viejo Miguel, El mochuelo, Mercedes, El cordobés y Tu cabellera.