Como Luis Felipe Miranda González fue identificado el hombre de 65 años que murió en Cartagena, luego de ser atacado con arma de fuego en pleno día de las madres.
El atentado sicarial se perpetró en horas de la tarde del domingo 14 de mayo. De acuerdo con información preliminar, Miranda González se movilizaba en una camioneta Chevrolet gris, de placas RHP-834, en compañía de su esposa, Milagros García Robles. Ambos terminaban de comprar pescados por la avenida del Lago.
Posterior a ello, mientras la pareja transitaba por el sector Martínez Martelo, fueron atacados por sujetos desconocidos. Dos hombres a bordo de una motocicleta se acercaron hasta el vehículo y atentaron contra los ocupantes.
Las primeras versiones dan cuenta que el parrillero desenfundó un arma de fuego y disparó contra el vidrio panorámico delantero de la camioneta y contra la ventana del conductor.
Cuando los homicidas se dieron a la huida, las víctimas fueron trasladadas hasta un centro médico en El Prado, a inmediaciones de la Avenida Pedro de Heredia.
Los galenos confirmaron que Miranda González ingresó sin signos vitales. Por su parte, García Robles, de 53 años, permanece bajo observación médica.
La Policía metropolitana de Cartagena informó que se encuentran adelantando las actividades investigativas para esclarecer lo sucedido.
“De igual forma se recolecta elementos materiales probatorios para dar con la captura de los responsables de este hecho”, anotó la institución armada.
Luis Miranda Rodríguez, al igual que su esposa, era pastor de una iglesia cristiana conocida bajo el nombre de Luz y Esperanza en el barrio Olaya Herrera.
Reaparece esposa del fiscal Pecci
Claudia Aguilera, la esposa viuda del fiscal de Paraguay, Marcelo Pecci, asesinado cuando celebraba su luna de miel en Cartagena hace un año, en el mes de mayo, reapareció públicamente para entregar un sentido discurso en medio de un homenaje que le fue realizado al fiscal, precisamente en un sitio donde coincidieron en alguna ocasión. El Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, de Paraguay.
El homenaje trataba de presentar una aeronave en honor al funcionario, pues el fiscal era un aficionado a la aviación.
En su discurso, Claudia reveló que incluso por esa afición y por haber coincidido con su esposo en ese lugar, incluso pensaron en celebrar allí su boda civil.
“Hoy vuelvo a hablar públicamente, después de la entrevista a un medio colombiano, cuando, presa del pánico, tuve que confirmar que mataron a mi esposo”, dijo inicialmente Claudia Aguilera.
Añadiendo de inmediato una descripción de su esposo en la que precisó por qué estaba en ese lugar.
“Detrás de esos trajes que usaba para sus audiencias, de su ropa táctica para sus operativos, existía un ciudadano ético, honesto, preocupado por su entorno, familia, amigos, amante de los animales, apasionado por su trabajo, por el club Guaraní, por el Colegio San José, también apasionado por la aviación, y evidencia de ello es este Convair de líneas aéreas paraguayas, al que decidió darle vida tras ser abandonado”.
Claudia aseguró que mientras estaban de luna de miel, su esposo le reveló que al regresar a su país se dedicaría a sacar adelante el proyecto, y que eso era una muestra de su amor por su trabajo, pero sobre todo una muestra de hacerlo bien, y que por ello fue asesinado.
“Hace un año mientras disfrutábamos de las aguas del mar Caribe, Marcelo me dijo que al regresar a Paraguay iba a insistir con el proyecto del Conver 240. Lo más curioso es que quien tuvo la oportunidad de ser parte de la vida de Marcelo terminó imitando sus principios, venerando a Chiquitunga, teniéndole cariño al colegio San José... a los aviones e incluso hoy al ver un avión, sé que más de una persona pensará en él”, anotó la mujer en su discurso.
Momento en el que además de describirlo y dar gracias por su amor, su vida y por convertirla en madre, hizo un llamado a todas las autoridades para que hicieran justicia por su muerte.
“Hace un año, no solo perdimos a un gran fiscal, sino un hombre útil para la sociedad, un hombre que buscaba ser mejor, cada día perdimos a un gran padre de familia y a un esposo amoroso. Por eso hoy, cuando me toca exigir la verdad sobre su asesinato y duras condenas para sus sicarios, pido también una verdadera lucha contra el narcotráfico y contra el crimen organizado. Sin embargo, no quedó conforme, pues Marcelo Pecci merece mayor justicia... Por eso mi clamor lo dirijo a las autoridades de Colombia, a la Fiscalía paraguaya, a los gobiernos, a los políticos y a la sociedad entera”.
Claudia aseguró que espera que la muerte de su esposo sea ejemplo para no dejarse embaucar de la sociedad “corrupta”, y luchar siempre por el camino de lo justo y lo bueno; además de ello, pidió un compromiso en el que incluyó a su hijo “Marcelito”.