Luego de avalar la veracidad de las pruebas obtenidas por un fiscal de la Unidad de Vida, un juez penal del circuito condenó a la pena de 42 años y 9 meses de prisión a Mauricio Fidel Pedroza Cortecero, por su responsabilidad en el delito de feminicidio agravado.
De acuerdo con la Fiscalía, las investigaciones dan cuenta de que la víctima le manifestó al hoy condenado su intención de separarse de él debido a sus infidelidades y a los constantes maltratos físicos y verbales a los que ella era sometida, decisión que no fue aceptada por el agresor, quien además la amenazó con arma blanca.
Los hechos ocurrieron el 4 de agosto de 2020, en una vivienda del barrio Villa Aranjuez de Cartagena, Bolívar, donde el hoy condenado, en medio de una discusión con su compañera sentimental, le roció alcohol y luego le prendió fuego con un encendedor.
Vecinos y familiares que se encontraban cerca del lugar auxiliaron a la mujer, de 28 años y la trasladaron hasta un centro asistencial, donde falleció seis días después ante la gravedad de sus heridas.
Pedroza Cortecero se encuentra privado de la libertad en la cárcel San Sebastián Ternera de La Heroica. Sin embargo, la sentencia fue apelada por la defensa del condenado.
Feminicidio en el Quindío
Desde un hospital en el que se encuentra recibiendo atención médica, el ciudadano venezolano Fidel Antonio Cordero Arrieche, de 29 años, aceptó en una audiencia virtual que asesinó a su pareja sentimental mientras ella dormía, y todo por cuenta de un ataque de celos.
Este suceso ocurrió durante la madrugada del viernes 10 de febrero de 2023, cuando se generó una discusión entre este sujeto y su compañera, identificada como Luz Paloma Londoño Henao, de 30 años de edad.
De acuerdo con el testimonio que entregaron algunas personas que presenciaron el altercado, todo empezó cuando el hombre descubrió en el celular de su esposa una conversación con cierto grado de compromiso, lo cual despertó su ira; posteriormente, hubo reclamos airados y agresiones verbales hacia ella.
Finalmente y para dar por zanjado el asunto, Luz Paloma decidió irse a dormir, aunque sin sospechar que sería atacada brutalmente por su pareja, quien se dejó llevar por los celos y la apuñaló en tres ocasiones por la espalda hasta ocasionarle la muerte.
Horas después, una niña de apenas 3 años, hija de la mujer fallecida, les comentó a varios vecinos que su mamá no despertaba y que tenía mucha sangre. Al acudir a la habitación para ver lo que estaba sucediendo, se encontraron con la macabra escena del crimen.
Los investigadores que llegaron hasta la finca del sector Tres Potrillos, en la vereda Buenos Aires de Calarcá, determinaron que el principal sospechoso del asesinato era su pareja, con quien vivía y laboraba en el lugar, por lo que se procedió con las averiguaciones entre los conocidos y la recolección de pruebas para intentar dar con su paradero.
Días después durante un operativo de control, la Policía Nacional logró la captura de este sujeto cuando se movilizaba en un vehículo tipo campero de servicio público por la vereda San Juan de Carolina, localizada en la antigua vía que comunica a los municipios de Calarcá y Salento.
El comandante encargado del Departamento de Policía en Quindío, coronel Rodrigo Ramírez Polanco, indicó que, de acuerdo con lo manifestado por los testigos, en los meses que duró la convivencia fueron constantes las agresiones verbales hacia la mujer, quien no tuvo ninguna oportunidad de defenderse esa noche, ya que fue atacada por la espalda con gran sevicia.