El pasado martes 23 de agosto, la entidad dedicada a la veeduría de la calidad de vida Cartagena Cómo Vamos (CCV) dio a conocer en cifras el panorama actual, los retos y desafíos a los que se enfrenta La Heroica.
El informe titulado Desafíos de ayer y hoy muestra detalladamente los aspectos en los que ha mejorado la ciudad desde el año 2019. Asimismo, las temáticas más complejas en las que la administración distrital debe poner la lupa.
Entre los temas más sonados estuvieron la educación, la salud, la seguridad y el desempleo. Todos los indicadores presentados sufrieron retrocesos con respecto al año de 2019.
Por otro lado, la entidad dio a conocer que por falta de información no es posible conocer la situación actual en temas como: desnutrición por talla y peso, cobertura de energía eléctrica, calidad del aire, problemática del ruido y espacio público en la ciudad.
“Los temas que mostraron avances con relación al 2020 fueron operación de Transcaribe, desempleo, turismo y pobreza, aunque aún no alcanzan lo logrado antes de la llegada de la pandemia, como sucedió en coberturas de salud y educación, viviendas ocupadas, deporte y finanzas públicas”, establece el documento.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención del informe es que, de las principales ciudades capitales, Cartagena muestra el nivel de informalidad laboral más alto con un porcentaje del 60,6 %, seguido de Barranquilla con 55,2 % y en el tercer lugar se encuentra Cali con el 48,6 %.
“La disminución de la informalidad podría haber provocado la reducción de la ocupación. Para el último trimestre, seis de cada diez empleos en la ciudad son informales”, señaló la investigación.
Igualmente, establece que los empleos que se generan en la ciudad son de baja calidad. Se estima que el 58 % de las personas que cuentan con empleos es independiente, lo cual se relaciona directamente con la informalidad.
En 2021 se evidenció una clara reactivación económica, en cifras se traduce a que la ciudad logró recuperar el número de empleos de antes de la pandemia. Sin embargo, esta recuperación no se dio en todos los sectores. Aún están por debajo industrias manufactureras, actividades artísticas y administración pública.
Por otra parte, los jóvenes representan el 23% de la fuerza de trabajo de Cartagena; irónicamente, esta población es a la que más se le dificulta encontrar empleo. La tasa de desempleo se mide por puntos de 1 a 10, de los cuales, a nivel general, la ciudad sobrepasa los niveles y se encuentra con 11,8 puntos. En el caso específico de los jóvenes, supera los 20 puntos. Es decir, el desempleo juvenil en Cartagena es casi el doble del general.
Otros indicadores
Pobreza monetaria
Según lo indica CCV, la pandemia dejó 77.482 nuevos pobres, aunque a corte del año 2021, se logró revertir un poco el aumento en la pobreza monetaria. Pero la reducción no fue suficiente, ya que Cartagena se mantiene como la ciudad capital con el porcentaje de pobreza más alto del país.
El reporte indica que el 40,4% de la población, es decir, lo que equivale a 421.746 cartageneros, no logra acceder a alimentación, vivienda y otros artículos de primera necesidad; en cifras, son más de 77 mil con respecto a antes de la pandemia.
Inseguridad
La ciudad de Cartagena ha presentado unos aumentos en la inseguridad y por esta razón las alertas están más encendidas que nunca.
En el informe de CCV se evidenció que, a pesar del escenario imprevisto que trajo la pandemia por la covid-19, los casos de muertes violentas en la ciudad muestran una tendencia creciente.
El informe se presentó en el octavo mes del año en curso y los datos obtenidos corresponden al primer semestre del 2022, los cuales muestran un aumento significativo con respecto al mismo periodo del año anterior, siendo 91 casos más, lo que representa un aumento del 40%.
Educación
CCV mostró que desde el año 2019 se ha aumentado la cobertura de instituciones oficiales; sin embargo, el reporte precisa que no ha habido mejoras en la calidad, deserción y número de alumnos repitentes por año.
Salud
En el área de la salud no se evidenciaron avances en la mortalidad materno-infantil, mientras que se registró el aumento de embarazos adolescentes y los casos de dengue, así como de tuberculosis y VIH.