La prostitución es un problema en Cartagena y la administración distrital diseña un proyecto para restringir el fenómeno en las calles, creando una “zona de adultos” donde se pueda ejercer esta actividad bajo estricto control de las autoridades.
El objetivo es destinar un espacio a las afueras de la capital de Bolívar, a través del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), para que el trabajo sexual esté vigilado las 24 horas del día y se evite la operación criminal de redes de trata de personas.
“Tenemos claro que hay una circunstancia que tenemos que resolver: la proliferación de casas de citas o de sitios que son usados para practicar, los trabajadores sexuales, las trabajadoras sexuales, su actividad”, afirmó el mandatario local.
La preocupación de las autoridades es que, cada vez más, hay encuentros íntimos a cambio de dinero en cercanías a instituciones educativas públicas y a los espacios turísticos de Cartagena, tal como lo ha documentado SEMANA.
Así las cosas, la iniciativa de la administración distrital es aislar la problemática en un punto específico. Todavía no se tiene claro dónde sería, pues apenas la discusión está arrancando al interior de la Alcaldía y después pasará al debate público.
“Lo que estamos planteando es que pueda ser una zona para adultos, lejos de los niños, niñas y adolescentes, que pueda tener un estricto control de la autoridad de salud, policial y judicial, que pueda ser solo para adultos”, agregó Dumek Turbay.
Uno de los dolores de cabeza de Cartagena es la explotación sexual comercial de menores de edad y la pornografía. Allí hay grupos dedicados exclusivamente a instrumentalizar a niñas para que tengan encuentros sexuales con adultos, sobre todo extranjeros.
En lo que va corrido del año, más de 280 personas han denunciado ser víctimas de delitos sexuales en la capital de Bolívar. La mayoría de las afectadas son mujeres, quienes han sido intimidadas con armas blancas y elementos contundentes.
“Nuestra lucha frontal contra las redes que están promoviendo la trata de personas para la esclavitud sexual, el trabajo forzado y para ejercer la mendicidad. Hoy estamos en esta discusión y es el mejor momento para ponerle orden”, dijo Turbay.