Las muertes maternas son una problemática de salud pública. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el fallecimiento de una mujer entra en esta categoría cuando se produce durante su embarazo, parto o dentro de los 42 días después de su terminación, por cualquier causa relacionada o agravada por el desarrollo del embarazo.
Para 2022, según el último boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), en Cartagena se reportaron preliminarmente nueve casos de muertes maternas, una disminución del 25 % respecto al 2021, cuando se registraron 12 casos.
Según el último análisis realizado por la entidad de veeduría Cartagena Cómo Vamos (CCV), un indicador clave para comparar la situación con otras ciudades es la razón de mortalidad materna, que se define como el número de casos por cada 100.000 nacidos vivos. “Este es un indicador de desarrollo que refleja las diferencias de ingreso, acceso a servicios de salud y desigualdad”.
Muertes maternas en Colombia
“Según el INS, esta razón para Cartagena es de 51,2 casos por cada 100.000 nacidos vivos, mayor al de ciudades como Barranquilla que tuvo un resultado de 38,9 casos, Bogotá con 35.9, y menor al de Santa Marta, que registra una razón de mortalidad materna de 75,4 casos”, se lee en el informe.
De acuerdo con esta misma entidad, en Colombia a cierre de 2022 fueron reportadas 433 muertes maternas, las cuales disminuyeron 32 % al compararse con 2021, cuando fueron 636 casos.
Cabe anotar que este indicador incluye también las muertes tempranas, tardías y por causas coincidentes. Las tempranas representan el 59 % del total de los casos.
A nivel país, el 58 % de las causas de esta problemática se relacionan directamente con el embarazo, el 40.4 % son indirectas y 1,6 % están en estudio. Dentro de las directas, el trastorno hipertensivo, hemorragia obstétrica o sepsis por el embarazo explican el 93 % de los casos.
Para la OMS, la mayoría de las muertes maternas se dan en zonas de ingresos bajos y podrían ser evitables, por lo que se requiere garantizar el acceso a la salud para todas las mujeres en condición de embarazo y el periodo posparto.
Hipertensión en el embarazo
La presión arterial elevada, conocida con el término médico de hipertensión, es una afección que puede causar graves afectaciones a la salud de las personas, especialmente si es una mujer en estado de embarazo, ya que puede padecerse preeclampsia.
“La presión arterial alta y signos de daño hepático o renal que ocurren en las mujeres después de la semana 20 de embarazo. Si bien es poco frecuente, la preeclampsia también se puede presentar en una mujer después de dar a luz a su bebé, casi siempre dentro de las siguientes 48 horas. Esto se denomina preeclampsia posparto”, detallan los expertos de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos señala que en caso de tener hipertensión previamente a estar embarazada, es clave realizar ciertos cuidados diarios para prevenir complicaciones de salud de la mujer y del bebé. A continuación, algunas recomendaciones que brinda:
- Medir la presión arterial en la casa diariamente.
- Llevar un registro de las veces que el bebé patea durante el día.
- Moderar el ejercicio físico. Se debe consultar con un médico para recibir la asesoría profesional adecuada, según las necesidades de cada embarazo.
- Tomar los medicamentos únicamente recetados por el doctor para controlar la presión arterial elevada. Es importante no automedicarse, sino seguir las instrucciones brindadas por el profesional de salud. “Hable con su proveedor acerca de los medicamentos que son seguros para el bebé. Esos medicamentos pueden incluir bloqueadores de los canales de calcio (nifedipino) tomados por boca o betabloqueantes (labetalol) o vasodilatadores (hidrazina) administrados por inyección intravenosa (iv)”, detallan los institutos.
- Consultar al doctor con mayor frecuencia para que revise el estado de salud. Los controles prenatales son una herramienta de gran relevancia para prevenir complicaciones de salud en la gestante y en el bebé. “El proveedor puede indicar análisis de sangre y orina para revisar cómo están funcionando sus órganos, y eso puede ayudar a detectar preeclampsia”, apuntan los institutos.