Un integrante de la Policía Nacional confesó ante la Fiscalía que el Clan del Golfo recibió información privilegiada de la unidad de inteligencia. El funcionario fue privado de la libertad mientras avanzan las investigaciones.
Se trata del intendente Harvey Arellano Cerca, quien se desempeñaba como jefe de operaciones de la seccional de inteligencia de la institución en el departamento de Bolívar, donde este grupo armado se expande con fuerza.
La hipótesis de los investigadores es que este hombre, presuntamente, ingresó sin autorización a los sistemas de la entidad para extraer detalles de las operaciones y los movimientos de la fuerza pública en esa región del Caribe.
De acuerdo con su testimonio, estos datos fueron compartidos con un miembro de la subestructura Uldar Cardona Rueda para que los delincuentes estuvieran en alerta frente a las acciones que se iban a desarrollar en su contra.
El argumento de la Fiscalía es que la facilitación de la información permitió que los altos cabecillas del Clan del Golfo pudieran evadir las afectaciones a su estabilidad criminal y reducir los impactos en sus finanzas ilegales.
El intendente Arrellano Cerca fue detenido por las autoridades y un miembro de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales del ente de acusación le imputó el delito de violación de datos personales agravado.
En medio de las diligencias judiciales, el funcionario aceptó de manera libre y voluntaria el cargo en su contra. El juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento privativa de la libertar en su residencia.
Además de este proceso, la Fiscalía avanza en más casos que dan cuenta de supuestas alianzas de integrantes de la fuerza pública con diversos grupos armados organizados, principalmente del Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y el ELN.
Por ejemplo, los herederos de alias Otoniel han infiltrado a las instituciones en Antioquia y Chocó. Las pruebas indicarían que los delincuentes incluyeron a los uniformados en sus nóminas para que les facilitaran información privilegiada.
Uno de los ejemplos recientes ocurrió en el Pacífico norte de Chocó, donde se detectó que varios integrantes de la Armada Nacional habrían recibido millonarios pagos por parte de las AGC para que les regalaran datos de las operaciones. Eso les ayudó.
Lo cierto es que los altos mandos de la fuerza pública y las Fuerzas Militares tienen el compromiso de erradicar cualquier indicio de corrupción al interior de sus filas. Este trabajo lo están adelantando en coordinación con el ente de acusación.