Desde primera hora de la mañana, el Sindicato Único de Educadores y Trabajadores de la Educación de Bolívar (Sudeb), junto a padres de familia y estudiantes, se tomaron las diferentes vías de la ciudad para manifestarse contra la Administración Distrital.
La comunidad estudiantil de colegios como Departamental Nuestra Señora del Carmen en la avenida Pedro de Heredia y el INEM en la Tranversal 54 paralizaron el tráfico para dar a conocer a la ciudadanía la actual situación de las instituciones oficiales.
Esta es una pelea que los manifestantes vienen dando desde el año anterior, ya que para el mes de agosto de 2022 la mayoría de colegios no podía dar clases o en su defecto tener jornadas más cortas. De hecho, muchos padres simplemente han tomado la decisión de no enviar a sus hijos a clases, porque el horario solía ser variable y si bien tienen hora de entrada, con esta problemática no se sabe cuál es la hora de salida de los estudiantes.
En este momento, el panorama no es muy alentador y aunque algunos padres se han dado a la tarea de suplir el servicio de aseo, las instituciones también carecen de servicio de vigilancia, lo cual trajo como consecuencia el hurto de un aire acondicionado en el colegio INEM.
Por otro lado, hasta la fecha, los estudiantes no han podido iniciar de manera constante sus clases, ya que ambas problemáticas los están afectando directamente.
SEMANA conoció la posición de los padres de familia a través de Jairo Mejía, quien estuvo liderando las manifestaciones en la avenida Pedro de Heredia: “El alcalde Dau no ha solucionado los problemas de aseo y vigilancia en los colegios públicos de la ciudad de Cartagena. Nos tiene con cese de actividades, nos tiene a los padres de familia haciéndole aseo a los baños y a los salones”.
Igualmente, recordó a la comunidad los acuerdos a los que habían llegado con el Distrito previamente: “nos tiene a nuestros hijos en la casa, porque no fue capaz de crear un plan B en la contratación. Prometió en una rendición de cuentas en ese colegio -Departamental- que iba a renovar la contratación de aseo, y las aseadoras están sin contrato. Prometió contratar vigilantes y todavía no lo ha hecho”.
Finalmente, Jairo Mejía envío un contundente mensaje a la Administración Distrital: “soy un padre de familia afectado por el cese de actividades en las instituciones y hoy vamos a demostrarle al alcalde qué estamos dispuestos a hacer; si no renueva los contratos en la inmediatez prepárese porque vamos a seguir deteniendo la movilidad de la ciudad”.
Protestas contra Transcaribe
El Sistema Intergrado de Transporte Masivo (SITM) Transcaribe anunció el pasado martes 28 de febrero cambios en su operación, debido a una millonaria deuda a la empresa encargada del recaudo de dinero.
Entre las nuevas noticias, se encontraba el nuevo método de compra de los pasajes, el cual ya no será con tarjeta, sino tiquetes manuales; además de los cambios en las rutas pretroncales, las cuales acortaron su recorrido.
Esto causó indignación y ayer, miércoles 1 de marzo, los usuarios del servicio desde primera hora de la mañana bloquearon diferentes puntos a manera de protesta. A lo largo del día las manifestaciones se disiparon y por un momento todo parecía normal.
Sin embargo, no fue hasta la hora pico (entre las 4:00 y 5:00 de la tarde) en que la comunidad, nuevamente, comenzó las manifestaciones de forma improvisada en la estación de Centro Uno. Allí, el bloqueo lleva activo cerca de dos horas y los ciudadanos no quieren dar su brazo a torcer, hasta encontrar nuevas medidas para la operación del sistema.
Siendo las 6:30 de la tarde, se registró una fila de más de 20 buses a la espera de la normalización de la operación. De hecho, usuarios que ya habían comprado su pasaje y estaban a la espera de que los manifestantes terminaran con la protesta, decidieron bajarse de los vehículos en plena carretera para buscar otras alternativas para llegar a sus hogares.
Por otro lado, agentes del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (Datt) están en el lugar intentando calmar a la multitud, pero sin éxito alguno, ya que la ciudadanía se encuentra furiosa e inconforme con el servicio prestado por Transcaribe.