Luego de la pandemia, la ciudad de Cartagena registró 77.482 nuevas personas en condición de pobreza y pobreza extrema.
El 40,4 % de la población, es decir, lo que equivale a 421.746 cartageneros que no logran acceder a alimentación, vivienda y otros artículos de primera necesidad, en cifras son más de 77 mil con respecto a antes de la pandemia.
De hecho muchos ciudadanos tienen como ingreso principal, los subsidios dados por el Gobierno nacional.
Desde las 2:00 a.m., de este viernes -14 de julio- iniciaron las largas filas en la calle Larga del barrio Getsemaní. ¿La razón? Cientos de personas en condición de pobreza a la espera del subsidio de renta ciudadana.
De acuerdo con el Departamento de Prosperidad Social (DPS) este programa está dirigido a “los hogares en pobreza extrema, pobreza moderada y vulnerabilidad” y tiene como objetivo generar “ingresos dignos, que les permitan superar el hambre, y conseguir autonomía económica y acceso a los derechos fundamentales de educación y salud (…) Con este, por primera vez, el Gobierno garantiza un ingreso digno, de hasta 500.000 pesos mensuales, a las familias en pobreza extrema, pobreza moderada y vulnerabilidad”.
En la teoría, este incentivo sería la base para las familias en estado de vulnerabilidad, para incrementar sus ingresos mensuales. Sin embargo, en la práctica, muchas solo reciben subsidio por un niño, en una familia donde hay hasta cuatro.
“Solo me dieron 120 mil pesos”, se escuchó en una madre cabeza de hogar que reclamaba, luego de salir del banco. Al parecer, debía solucionar alguna inconsistencia directamente en las oficinas del programa de renta ciudadana; “allá hay una cobrando como 700 mil pesos”, dijo entre dientes sin saber por qué no había recibido el incentivo correspondiente a sus dos hijos.
Por otro lado, debido a la alta aglomeración de personas que se reúnen en las puertas del Banco Agrario, han implementado la metodología del pico y cédula. Pero esta no ha sido efectiva, pues son tantas las personas que vienen de todos los rincones de Cartagena, que este método es insuficiente.
La realidad
SEMANA consultó cómo se han venido organizando desde el pasado 7 de julio que inició la entrega del subsidio, encontrando que la misma ciudadanía ha encontrado un método medianamente efectivo para hacer el cobro: las listas.
Dichas listas funcionan de la siguiente manera:
La primera persona que llegue -este viernes 14 de julio fue a las 2:00 a. m.,-, deberá iniciar una lista con la enumeración correspondiente. Siendo las 4:00 a.m., una madre cabeza de hogar llegó y se encontró con 162 personas delante de ella.
A las 8:00 a.m., se abren las puertas del banco, momento en que quien tenía las listas (para ese momento ya eran cinco) debía entregar las cédulas de las personas que ya se encontraban inscritas.
Muchas personas aseguran que solo pueden ir el día que han seleccionado, ya que no suelen tener dinero para desplazarse otros días. Como es el caso de Magali Campillo, una mujer de la tercera edad que está a cargo de sus dos nietas y tuvo que dejarlas dormidas en su hogar desde la madrugada, y bajo la recomendación de sus vecinos, solo para poder reclamar el subsidio.
Desde el barrio 20 de julio, al nororiente de la ciudad, siendo las 5:00 a.m., la señora Magali llegó hasta Getsemaní media hora después, con la esperanza de ser una de las primeras, solo para encontrarse que le había tocado el turno 385.
Al momento de la apertura de puertas, la mujer encargada de recoger las cédulas de manera improvisada, esta no se llevó la de la señora Magali, quedando fuera del primer grupo de personas que iban a ingresar al banco en horas de la mañana.
Ella contó que esperará hasta la segunda jornada en horas de la tarde, con la fe de poder reclamar el subsidio de 160 mil pesos, lo cual le ayudará a solventar las necesidades básicas de ella y sus pequeñas nietas.
¿Qué dice el banco?
Por el momento la entidad bancaria aseguró que, “todos los funcionarios de la entidad están comprometidos con cumplir con los pagos a los beneficiarios de los incentivos de Tránsito a Renta Ciudadana, programados para ser efectivos hasta el próximo 31 de julio. Los ciudadanos no deben hacer filas y evitar aglomeraciones en las oficinas de la ciudad de Cartagena”.
También manifestaron que están trabajando a toda máquina para hacer los pagos a que haya a lugar sin ningún tope establecido en sus jornadas laborales, que, incluso, se han extendido ante la alta demanda de los ciudadanos por querer cobrar su incentivo de inmediato, cuando se tienen diferentes alternativas y tiempo y dispuestos para hacerlo.
“Se hace un llamado a la ciudadanía a mantener la calma y serenidad y no acudir a la violencia o agresiones contra funcionarios o instalaciones del Banco Agrario de Colombia, así como acceder siempre a los canales de información oficiales de la Entidad”, expresó el Banco Agrario.