Miguel Antonio Navarro Villa es el nombre del expatrullero, adscrito a la Policía metropolitana de Cartagena, quien fue encontrado sin vida al interior de su vivienda, ubicada en la urbanización Asturias, a inmediaciones del barrio Villagrande de Indias. El uniformado fue testigo en el caso de Gloria Estrada.
El cadáver fue hallado por su esposa el pasado lunes 13 de febrero. Aunque los hechos siguen siendo materia de investigación por parte de las autoridades competentes, se presume que el exuniformado atravesaba por episodios de depresión que lo habrían llevado a tomar la decisión de suicidarse. La hipótesis que ha tomado relevancia está relacionada con un posible caso de ahorcamiento.
Navarro Villa fue testigo clave en el proceso jurídico y penal contra la concejal Gloría Estrada, quien el 14 de enero de 2022 fue capturada en una estación de gasolina de Cartagena luego de que la Policía hallara cocaína, tres armas de fuego y más de 7 millones de pesos en el vehículo donde se transportaba.
Miguel Antonio, junto con otro patrullero identificado como Sergio Martínez, denunciaron en su momento que antes del polémico operativo fueron sobornados para participar del complot. Según sus declaraciones, les habrían ofrecido hasta 40 millones de pesos para armar el montaje contra Gloria Estrada.
Ese fue uno de los varios testimonios que permitieron la liberación de Estrada el pasado 18 de mayor de 2022.
El montaje
Todo comenzó el mediodía del 14 de enero de 2022 cuando la concejal fue requerida junto a su pareja por dos patrulleros de la policía, quienes los hicieron bajar del carro y posteriormente salieron con el paquete de cocaína.
“Ese día fui al Concejo, me reuní con unas personas y cuando voy camino a mi casa a almorzar, paramos en la estación de gasolina, llega la policía, nos para y nos pide que movamos el carro, me bajaron bruscamente en plena calle, ahí sabía que algo no estaba bien, luego entra el agente Alexánder Salas y dice: ‘Aquí está esto, ¿de quién es esto?’, así de simple. No revisaron más el carro”, le contó a SEMANA la concejal Estrada.
Ella fue trasladada a una Unidad de Reacción Inmediata (URI), donde permaneció detenida –sin visitas– por siete días. Todo apuntaba a que era culpable del delito por el que se le sindicaba y el siguiente paso era la cárcel. Sin embargo, en la última audiencia, la defensa presentó el testimonio del capitán de la Policía Iván Darío Cadena y los patrulleros Sergio Martínez y Miguel Navarro, quienes aseguraron que un edil, de una vertiente política distinta a la concejal, les ofreció hasta 40 millones de pesos para organizar el complot en el que además se vieron salpicados Martín Barreto, pareja de Gloria Estrada, y Avelino Villamizar.
“Hay 40 tablas (40 millones de pesos) para ponerle en el carro una pistola y una vaina de coca”, dijo Cadena en aquel entonces, quien detalló que se negó, pero a los pocos días el edil le dijo: “‘Ya conseguimos a unos chinos’. Yo le pregunté que a quién consiguieron y me dijo que el mayor Bueno había aceptado”.
Al uniformado al que hicieron referencia es al mayor Gustavo Bueno, quien fungía como encargado del Distrito 1 de Cartagena. A esas pruebas también se suman los testimonios de los patrulleros Martínez y Navarro, que detallaron que el uniformado Alexánder Salas los contactó y les ofreció hasta 15 millones de pesos a cada uno para realizar ese trabajo.
Pero mientras las investigaciones surtían efecto, la concejal Estrada vivía su propio calvario. “Duré siete días en la URI durmiendo en el piso, esos días no quería ni comer, porque yo pensaba que me iban a matar. Tantas cosas que pasaban por mi mente. Fue una experiencia horrible. No me dejaban hablar con nadie. Solo había un televisor pequeño donde pasaban día y noche mi noticia”, dijo.