Este martes 2 de agosto, el párroco de la iglesia San Roque, ubicado en el barrio Getsemaní, realizó la denuncia pública del robo y vandalismo al que fue sometido el recinto. Con profunda tristeza comunicó a los feligreses que el lugar había sido profanado.
“Rechazo este acto de delincuencia que además de hurtar y causar daño en bien ajeno, profanó las Especies Eucarísticas y golpea la fe de todos los católicos”, manifestó el padre William Alberto Narváez Meza, párroco de la iglesia de San Roque.
Inmediatamente, el párroco interpuso las denuncias pertinentes, por lo que las autoridades comenzaron las investigaciones para dar con el paradero de los vándalos. Por su parte, la Escuela Taller Cartagena de Indias reaccionó de manera inmediata y reparó el daño que causaron en la puerta principal del templo de San Roque.
“La paz es una construcción colectiva, yo no nací en Cartagena, pero esta ciudad me lo ha dado todo. Esta ciudad merece más, oremos y pidamos perdón por los profanadores del Santísimo Cuerpo del Señor”, agregó el padre William.
Horas más tarde de lo ocurrido, la Policía Metropolitana de Cartagena logró recuperar los elementos hurtados de la iglesia. “Gracias a la información recibida por parte de la comunidad y la rápida reacción de la Policía del cuadrante, se pudo determinar el lugar donde posiblemente estarían estos elementos que fueron hurtados a la iglesia en la madrugada de hoy”, manifestó la Policía Metropolitana, a través de un comunicado.
Los diferentes cuadrantes del Centro Histórico, al conocer lo sucedido, desplegaron un operativo en el sector de Chambacú hasta llegar a unos ‘cambuches’ en una zona de montada donde encontraron los elementos hurtados.
En el lugar fueron capturadas 2 personas en condición de habitante de calle, quienes al parecer serían los responsables de ingresar a la iglesia y extraer los elementos de la misma. Durante el operativo, las autoridades lograron recuperar cuatro cálices, un crucifijo, un taladro y demás elementos.
Demanda pedía quitar las clases de religión en los colegios, ¿qué decidió el Consejo de Estado?
El Consejo de Estado rechazó las pretensiones de una demanda que buscaba ponerle punto final a las reglas de enseñanza de la religión en los colegios, adoptadas por el Ministerio de Educación Nacional en el año 2006 para los establecimientos oficiales y privados de educación preescolar, básica y media.
Tras un complejo debate, el máximo tribunal de lo contencioso administrativo concluyó que no se violó el principio de laicidad del Estado, ni la libertad de cultos que reclamaba el demandante.
Con ponencia del magistrado Hernando Sánchez Sánchez, el Consejo de Estado concluyó que no se creó una obligación para que padres, alumnos o profesores ejercieran un determinado culto. De esta forma, se negaron los argumentos de accionante que consideraba que el artículo primero de la Constitución Política erigió al Estado colombiano como laico, aconfesional y pluralista.
El demandante sostenía que la directriz del Ministerio de Educación obligaba a los alumnos a recibir instrucción en materia religiosa, en detrimento de normas legales, constitucionales y supranacionales aplicables en Colombia, que protegen la libertad de cultos y la libre determinación de los educandos y sus acudientes para incluir o no la materia en el plan de estudios.
Frente a esto, insistió que la ley contemplaba la necesidad de incluir en los planes educativos el impartir la enseñanza de un culto religioso, la aplicación de las normas demandadas la convierten en obligatoria, pese a que el mismo ordenamiento legal contempla la posibilidad de rechazar algún tipo de instrucción en materia religiosa.
La demanda fue apoyada por otro ciudadano que pidió declarar nulo la totalidad del decreto que contiene los apartes demandados.